Capítulo 37: Bienvenida a Soliel (3)

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Louise me había dejado a solas apenas entré a la habitación. Dijo que sólo tenía que llamarla y ella estaría ahí.

La habitación de mi madre era un poco diferente a lo que imaginaba. No... a decir verdad no estaba segura de que imaginar cómo la habitación de mi madre.

Era bastante parecida a mi antigua habitación en el Imperio Oriental. La diferencia es que la mía tenía colores que mi padre creía adecuados para mi, algunos colores de un tono pastel y varios peluches por aquí y por allá.

En cambio... la habitación de mi madre tenía tres colores sobresaliendo: rojo, oro y negro. Se sentía una habitación un tanto... sombría, algo un poco gótico, pero de un modo genial. También había una sensación de madurez. Tenía dos estantes llenos de libros, un gran tocador y un balcón.

También había algunos retratos. Hubo uno en particular que atrajo mi atención de inmediato. Había una pequeña familia en ella. El hombre tenía el cabello plateado y ojos azules, le reconocí de inmediato, debía de ser mi abuelo, el anterior Emperador de Soliel. La mujer a su lado tenía el cabello rojo cerezo y rizado, era muy parecida a mi madre, pero a diferencia de ella, esta mujer tenía una ojos dorados. Ella debía de ser mi abuela. Y los niños...

Obviamente eran mi madre y mi tío. Cuando más veía el retrato más me daba cuenta de que ambos se parecían más a mi abuela que a mi abuelo. Aunque notaba algunos rasgos de mi abuelo en ambos, como la forma y color de los ojos. El tío Mark tenía más rasgos faciales parecidos al del abuelo. Cuando más veía el retrato, más me daba cuenta de que el abuelo debía tener unos genes recesivos debido a que la mayoría de sus hijos no se parecían a él. De trece hijos que tuvo sólo cuatro heredaron sus ojos. Creo que lo único dominante en sus genes era el color de sus ojos dado que yo también los heredé.

Me acosté en la cama de mi madre mientras miraba el techo negro con estrellas doradas. Me preguntaba si podría lograr causar una buena impresión.



~•~





Había pasado una semana desde que había llegado. Hoy sería el día en que sería presentada ante la sociedad del Imperio Soliel.

Si soy sincera... estoy demasiada nerviosa.

El día había comenzado desde muy temprano. Las sirvientas entraron a mi habitación apenas entraron los rayos del Sol por la ventana.

Me había acostumbrado a ello cuando estaba en el Imperio Oriental.

El vestido que llevaría puesto era blanco junto a algunas joyas incrustadas en él. Me gustaba bastante.

Cuando la puerta se abrió, sonreí alegremente.

- ¡Papá! ¡Mira mi...!

Me detuve abruptamente.

Era verdad... mi padre estaba en el Imperio Oriental. Yo... ya no estaba con él.

Podía sentir como se formaba un nudo en la garganta mientras todos me observaban. El tío Elijah había entrado primero seguido de tío Viktor.

- Te ves hermosa, Thania—sonrió el tío Viktor como si quisiera hacerme sentir mejor.

Pude notar como le daba un codazo al tío Elijah, quien se sonrojó un poco mientras desviaba la mirada.

- Claro que es hermosa, es mi sobrina después de todo.

Sonreí. Me gustaba que tratasen de mantenerme animada.

Reencarné como la hermana de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora