El decano me había mandado a llamar.
Uno pensaría que al estar en otro mundo o en otra época a los alumnos les daría igual...
Mentira.
Los alumnos en este mundo, en esta época, disimulaban. En cuanto habían dicho que el decano quería verme en su oficina habían comenzado a susurrar y murmurar entre ellos tratando de descifrar la razón por la que me tenía que presentar ante el decano.
Fruncí el ceño.
Incluso para mí eso era extraño.
El decano no suele llamar a alguien a menos que sea muy importante, sea para bien... o para mal.
Caminé hacia la oficina del decano con la frente en alto. La Academia vetaba los estatus sociales, pero eso no significaba que no podía dar una demostración de mi educación como princesa.
Toqué tres veces la puerta de la oficina, hasta que la voz del decano pidió que entrara.
- Buenos días, decano—hablé dando una ligera inclinación— ¿Ha solicitado mi presencia?
- Ah, princesa Brithania—la voz del decano se escuchaba sonriente cuando alce mi vista pude verlo
El joven frente a la mesa del decano era alto, un poco más alto que yo... pero no era su altura lo que resaltaba. Sino sus ojos...
Eran hermosos ojos amatistas, brillantes como esas gemas. Junto a su cabello rubio... su cabello no era como el oro, no era platino... era más bien una suave combinación de ambas. Si...
Él era mucho más bonito que su hermano mayor.
Di una ligera reverencia hacia el chico.
- Es un placer finalmente estar frente al hermano del Rey del Occidente—dije con suavidad—un placer conocerlo, príncipe Heinley.
- ¡Como se esperaba de la princesa!—rió el decano— ¿Usted lo ha conocido antes?
- Es la primera vez—sonreí
Heinley se había quedado quieto con una fría expresión unos minutos antes de sonreír y caminar hacia mi. Dio una profunda reverencia y extendió su mano.
Sabía que no podía rechazarlo, así que por etiqueta correspondí sus acciones y extendí mi mano.
Heinley besó mi mano y sonrió. Una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
- Es un placer conocerla, princesa Brithania—dijo, su voz sonaba un tanto grave demostrando que no era la voz de un niño—he escuchado mucho de usted por parte de mi hermano cuando viene al baile de Año Nuevo... como la media hermana menor del próximo Emperador...
Sonreí suavemente, mi sonrisa tampoco llegaba a mis ojos.
- Por supuesto, el rey Walton al igual que el resto de los reyes son bienvenidos al baile que mi padre, el Emperador, ofrece cada año para demostrar nuestra cordialidad—dije
Bien, aquí había palabras ocultas: Heinley prácticamente había dicho que yo no era bastante importante al ser la media hermana de Sovieshu, pero aún reafirmo mi lugar como hija del actual Emperador.
- Al igual que mi hermano, el próximo Emperador lo hará—continué—usted y yo nos veremos ahí, se lo aseguro. Usted como heredero del Rey del Occidente, y yo como la heredera del Emperador del Oriente... hasta que, por supuesto, nuestros hermanos tengan herederos propios.
ESTÁS LEYENDO
Reencarné como la hermana de un idiota
FanfictionSiempre había leído historias de reencarnación. Y tengo una imaginación bastante loca con respecto a las historias que leo. Sobre todo cuando me siento frustrada de un personaje, tengo ganas de entrar a un libro y golpearlo yo misma. Mi novela favor...