Reencarné como la hermana de un idiota

Capítulo 43: Tribu

La tribu Elementalis era la mayor tribu nómada del continente, no había ninguna otra tribu más grande que ellos... o al menos eso me decían.

Ahora mismo estaba acompañada por Lady Ámbar, Finch y un par de caballeros más. Finch había sido bastante delgado cuando lo conocí, pero ahora en definitiva había ganado algo de peso.

Nana Sophia no paraba de decir que vendría conmigo, que ella debía de cuidarme aún si daba su vida por ello... lo que era bastante difícil teniendo en cuenta su ya pronunciado estómago. Comenzaba a preguntarme cuantos meses tendría, tal vez estaba pronto por dar a luz.

Eso...

Había veces en las que me preguntaba si aquel bebé y yo compartíamos la mitad de nuestra sangre, al igual que con Sovieshu. Si ese bebé se parecería a mi padre o...

Negué con la cabeza.

Un viudo podía tener otra esposa y aún así amar a su anterior esposa. Ya saben, el tipo que aunque se haya vuelto a casar sigue pensando en su fallecida esposa... pero ese no es el caso con mi padre.

Mi padre estaba infelizmente casado con la Emperatriz Cordelia y no había absolutamente nada que pudiese hacer.

Y mi madre...

-    ¡Princesa!

El grito me sacó de mis pensamientos y pude sentir como nuevamente se vertía un balde de agua sobre mi.

-    Princesa, ¿Está de mal humor? Es la tercera vez que crea fuego en sus manos—suspiró Lady Ámbar—Marcel, su Majestad, quiero decir, dijo que será más difícil para la corona ayudarla a apagar el fuego si la usa continuamente...

-    Ah, lo siento, estoy algo distraída—dije mirando alrededor—¿Dónde esta esa ave?

-    El ave está justo ahí—señaló uno de los caballeros

-    Oh...

Pobre ave. Aparentemente mi tío, Mark, había estado enviando esta ave de plumas anaranjadas hacia donde estaba Lady Hazel. Ofrecí agua de inmediato a la pequeña ave en mis manos, quien no dudó en tomarlo. Era tan pequeña, me preocupaba... no creía que tuviese suficiente fuerza, pero volaba para guiarnos hacia donde estaba mi futura maestra.

Finch miraba demasiado fijamente a aquella ave así que decidí que descansaríamos cada vez que sus ojos se excedieran de preocupación, para hacer que aquella pequeña ave descansara. Afortunadamente esa pequeña ave era bastante inteligente, parecía estar bien entrenada. Entendía que cuando yo decía "estoy cansada, quiero descansar" ella también debía de descansar.

-    Finch, ¿Robin no quiso acompañarte?—pregunté

El pequeño de cabello anaranjado empezó a negar frenéticamente con la cabeza mientras que el ave en su hombro, también parecía estar negando con su cabeza ante la pregunta.

-    No... e-ella... el Emperador le encomendó algo, princesa—respondió Finch un poco tímido

-    No tienes que ser tímido, Finch, hace tiempo que nos conocemos—reí

-    Pero... pero usted es una princesa—dijo Finche con su rostro rojizo—usted es la sobrina de nuestro amo...

Fruncí el ceño. Mi tío había tratado de explicarles que solo eran esclavos en nombre debido a que el papa de la iglesia en el Imperio oriental no había podido liberarlos tan rápido.

-    Como si me importase—bufé—son los únicos niños con los que he podido hablar... el tío Mark no me deja salir a otra fiesta de té hasta que la noticia del castigo de los Angers llegue a los últimos rincones del Imperio.