Reencarné como la hermana de un idiota

Capítulo 50: Digno/a hijo/a (2)

Sovieshu se acercó más al escritorio en el que su padre se encontraba. Su padre, el Emperador, entregó unas hojas hacia su secretario mientras éste hacía una reverencia hacia él. Salió de la habitación después de darle una mirada rápida a Sovieshu.

No se parecen en nada, fue el último pensamiento del marqués Landre antes de abandonar la habitación.

El Emperador, Osis, hizo un movimiento en el que le indicaba a Sovieshu que podía sentarse frente a él.

Sovieshu sonrió mientras tomaba el asiento. Su padre le miraba con seriedad, incluso su leve sonrisa había desaparecido.

- ¿Has terminado tus clases?—preguntó su padre con seriedad

- Por supuesto—respondió Sovieshu sin preocupación

- Muy bien... entonces, ¿Por qué has venido?—preguntó él

- Padre, quiero hablar contigo acerca de Brithania—soltó Sovieshu sin más—yo...

- Brithania, ¿la has visto ya? Ha crecido bastante—su padre le había interrumpido.

Sovieshu pudo notar la sonrisa de su padre ampliarse, parecía muy orgulloso de ella.

Sovieshu no pudo evitar sentirse molesto.

- Padre—habló Sovieshu lo suficientemente fuerte como para ser escuchado—vengo a hablar de Brithania. No puedes darle la Casa de Cristal a ella.

El silencio invadió el lugar y Sovieshu pudo ver cómo los ojos de su padre se oscurecieron al decir eso.

- ¿Por qué dices eso, Sovieshu?—preguntó su padre con una voz fría

- La... la casa de Cristal es de mi madre—respondió Sovieshu

- No lo es—replicó Osis, de inmediato

- Madre es la Emperatriz, ella es dueña de todo. Ella necesita la casa de Cristal...

- ¡Sovieshu!

La voz furiosa de su padre resonó por la habitación. Sovieshu no pudo evitar temblar ligeramente ante él.

Los ojos de Osis se habían oscurecido mientras miraba a su hijo como si hubiese dicho alguna clase de idiotez.

Por favor, papá, trata de ser más amable con el hermano Sovieshu, la voz de su hija resonó en mente de Osis.

Osis no pudo evitar lanzar un suspiro lleno de cansancio. Sin dudar, su hija realmente se parecía mucho a su amada. Digna hija de Roux, el pensamiento de Osis fue dulce-amargo, aunque amaba que su hija se pareciese a su madre aún le dolía. Roux también le habría pedido que fuese más amable y cariñoso con Sovieshu.

- Sovieshu—la voz de Osis sonaba más tranquilo—la Emperatriz no es dueña de la Casa de Cristal. La casa de Cristal es únicamente para el Emperador, y como Emperador, he decidido que Brithania será la nueva dueña de la casa de Cristal.

- ¿Por qué?—soltó Sovieshu

- ¿Sabes la historia de esa casa?—preguntó Osis

Sovieshu frunció el ceño y lo negó. Lo único que sabía era que su madre lo quería, era un hermoso lugar donde su madre podría organizar distintas reuniones.

- La casa de Cristal era usada anteriormente como el hogar de las concubinas de los Emperadores—habló su padre—también fue el lugar donde Brithania y su madre vivieron durante el primer año de vida de Brithania.