Capítulo 62: Eres un mago, Harry (1)

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El juego se concluyó con un claro empate. ¿Cómo? En efecto, tío Mark descubrió que mis tíos, Iván y Julian, usaron magia así que creyó que era buena usarlo también...

Terminó quemando un poco de árboles mientras tratábamos de apagarlo.

Lamentablemente cinco árboles no pudieron lograrlo, tío Mark, en compensación, ofreció un pago: un pequeño cofre con monedas de oro.

La mayoría no podía creer que tío Mark estuviese preocupado por ello, pero yo sabía que lo haría.

En Soliel, y más para la tribu Nature, la naturaleza era sagrada. Si se quemaba un árbol o se talaba, estábamos obligados a sembrar uno nuevo. Esos árboles que nacían y eran regados con agua, que provenía de piedras de magia o alguien que usaba magia de agua, solían ser mucho más resistentes que otros así que se utilizaban para construir casas o muebles.

Aunque también había casas de piedra, construidas con magia de tierra.

Soliel era increíblemente próspero. Y eso era algo que yo deseaba imitar.

Los idiotas mercenarios fueron torturados un par de días mientras esperaban sacar información de quien les había pagado por matarme.

Me gustaría que por alguna vez confesaran, pero como siempre eso no sucede.

- Su majestad —hablé con una sonrisa pequeña—permite que les de un castigo frente a todos...

Mi padre accedió a ello. Cuando estaba frente a todos, muchos de ellos temblaban como si supiesen lo que haría. Supongo que estaban esperando que les cortara la lengua con Sunflare.

Pero no haría eso...

- Coloquen piezas de armaduras de hierro en ellos, uno en cada uno, diferentes para cada quien—ordené

Los guardias se miraron cuestionándose entre ellos, pero obedecieron mis palabras. Podía escuchar como la gente comenzaba a murmurar.

- ¡Soy la orgullosa hija del Emperador Osis III!—hable con voz alta y firme para que todos me pudiesen ver y escuchar— ¡Soy la hija de un poderoso hombre! Sin embargo... ¡Jamás deben de olvidar que también soy hija de una poderosa mujer! ¡Princesa Roux Amelie del poderoso Imperio de Soliel! ¡Yo provengo de un linaje de Emperadores y Emperatrices poderosos! ¡Mi nombre es Brithania Nike Vikt! ¡Princesa del Imperio Oriental! ¡Y princesa del Imperio de Soliel!

Me acerqué al primero de los diez mercenarios que habían sido enviados.

- Les di la oportunidad de hablar, no la aceptaron—sonreí—me aseguraré de que nunca olviden esto...

La pieza de armadura que estaba en este mercenario estaba en su brazo. Lo sujeté mientras mis manos comenzaban a calentar el hierro al punto en que se volvió rojo.

Los gritos de dolor del mercenario se mezclaron con los gritos de horror y sorpresa del público.

El hierro se volvió tan rojo y mi fuego llegó al punto en que hizo que comenzase a fundirse. El grito del mercenario hizo que los otros se moviesen con la intención de escaparse, pero los guardias los sujetaron con fuerza.

Brazos, hombros, piernas, todos ellos gritaron de dolor cuando el hierro se fundió y se unió a su piel, a su carne y, me atrevo a decir, a sus huesos.

El último mercenario tenía un casco puesto, había dejado lo mejor para el final: el líder.

- ¡Perdón, princesa! Piedad...—suplicó el mercenario

Reencarné como la hermana de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora