Reencarné como la hermana de un idiota

Capítulo 80: You... tricked me (2)

Todos estábamos despiertos antes de que el sol saliera. No era que no hubiésemos descansado, pero todos estábamos ansiosos. De cierta manera, queríamos acabar con esto tan pronto como fuese posible.

Porque entre más rápido acabásemos con esto, más rápido podríamos regresar a casa. Los soldados y mis tíos podrían regresar a Soliel, y yo podría regresar con papá, Robb, Finch, Robin, Navier, Koshar... junto a todos.

Me preguntaba, ¿cómo les estaba yendo? Ya habían pasado algunos días desde que salimos del Imperio Oriental. Quería volver tan pronto posible para estar a lado de mi hermano, debía de cuidarlo y guiarlo para que fuese un hombre de bien.

Esperaba que mi padre estuviese mejor. Regresar pronto era algo que debía de hacer. Quería que me pudiese ver, quería que papá estuviera orgulloso de mí. Quería volver a abrazarlo y escucharlo.

Extraño a papá...

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Solo habían pasado un par de días desde que Thania había partido hacia la guerra. Mucha gente murmuraba sorprendidos cada vez que el Emperador Osis llegaba a la capilla de la capital acompañado por el pequeño hijo de la fallecida Sophia Holyoke.

Los dos siempre iban y se postraban en la iglesia, sorprendiendo a absolutamente todos los presentes.

Pronto los rumores comenzaron a circular. ¿Sería posible que el hijo de la fallecida condesa Sophia fuese hijo bastardo del Emperador?

Aunque no se parecían en nada, parecía que el Emperador le daba demasiada atención al niño. ¿Sería posible, entonces?

Luego estaba la princesa, se había ido a la guerra. Aunque los rumores que circulaban en ese momento era que el Emperador la había entregado para evitar una. Pero... ¿aquello sería verdad?

La Emperatriz no podía estar más que contenta por haberse deshecho de su hija adoptiva. Porque la hija bastarda del Emperador estaba muy lejos, muerta o como concubina, eso no importaba.

Ahora su segundo problema era el pequeño hijo bastardo de Sophia Holyoke. ¿Cómo deshacerse del pequeño? Incluso si era o no hijo de su esposo, los rumores que circulaban no eran buenos.

Podía observar desde la ventana al pequeño que se encontraba junto al Emperador y otros jóvenes ahí.

Robb sostenía una espada de madera, aunque lucía muy molesto por ello.

- ¿Por qué luces tan molesto, Robb?—pregunta Koshar Trovi, mientras lo veía

- Quiero usar una espada de verdad—declaró Robb—mi hermana ya usaba una espada de verdad a esta edad, yo debería ser capaz de lo mismo.

- La princesa es diferente—señaló Landre hijo—la princesa usa magia, magia que no se ha visto en un miembro de la familia imperial hace años...

- Mi hija ciertamente es especial—hablo Osis desde su asiento—lo sacó de su madre...—soltó una pequeña risilla—pero Robb, eres cinco años más joven, trata de compensarlo entrenando todos los días.

El Emperador se levantó de su asiento y revolvió el cabello de Robb, quien se sonrojó ante tal acción.

- Si, su majestad—asintió Robb

El príncipe Sovieshu se detuvo mientras observaba a su padre hacer tal gesto con un niño con el que él no compartía sangre. ¿Por qué su padre lo había hecho?