Reencarné como la hermana de un idiota

Capítulo 51: Sovieshu (2)

Sovieshu caminaba hacia la habitacion de su madre. Su padre le había invitado a cenar junto a Brithania. Desde que él había cumplido doce años habían dejado de cenar juntos tres veces por semana, sino que solamente cenaban una vez por semana juntos así que estaba un poco contento con la idea de cenar junto a su padre y su madre.

Su llegada fue anunciada a su madre. La Emperatriz sonreía mientras lo veía.

- Hijo mío—la Emperatriz lo recibió con los brazos abiertos—dime, ¿Qué ha dicho tu padre?

- Madre... ¿Hubiese preferido ver a Brithania todos los días en el palacio antes a que ella se fuese a la Casa de Cristal?—cuestionó Sovieshu

La Emperatriz se quedó en silencio. No esperaba que Osis le hubiese dicho aquello. Simplemente había esperado que sus emociones le dominaran y echase a Sovieshu. Su hijo era un caballero, él caería si esa bastarda se mostraba débil y necesitada.

- Ella no debería siquiera estar en el país—dijo Cordelia mirándolo fijamente—no debería siquiera haber nacido.

Sovieshu observó a su madre. De cierta estaba de acuerdo. Si su padre se hubiese mantenido fiel a su madre, Brithania jamás hubiese nacido.

Sin embargo, eso no era a lo que la Emperatriz se refería.

- Madre, no podemos hacer nada—dijo Sovieshu

- Aún—replicó Cordelia con una sonrisa mientras lo tomaba con delicadeza del rostro—cuando tú asciendas a Emperador, podrás hacer lo que quieras. Podremos sacarla de este país. Jamás volveríamos a verla, nunca... tú eres el futuro Emperador. No habrá nadie que se atreva a desafiarte. Tus palabras serán ley, hijo.

Sovieshu asintió con ligereza ante las palabras de su madre.

- Nadie, ni siquiera la futura Emperatriz, estará encima de ti, hijo, tú eres el príncipe heredero y como tal el futuro Emperador—siguió su madre

- Madre—interrumpió Sovieshu—padre nos ha invitado a cenar hoy junto a él.

La Emperatriz quedó en silencio. Pudo sentir como su corazón comenzaba a latir rápidamente.

Osis seguía siendo tan guapo como cuando era joven. No había ninguna duda de ello. Incluso cuando solo la había tomado una sola vez como mujer, Osis era perfecto. Su cuerpo era fornido aún cuando había paz, parecía que estaba preparado para luchar de ser necesario. Había sido una pena que la poción de amor que tanto le había costado no funcionase en él.

En cambio, aquella mujer había hechizado a Osis hasta los huesos. Osis solo tenía que verla a ella para que su imagen de Emperador perfecto fuese destruida. Cuando Roux estaba cerca de él, Osis ya no era arrogante, orgulloso, frío y mucho menos tenía aquella mirada con la que sabías que debías obedecer o, de lo contrario, morirías.

Roux contaminaba la imagen de Osis. Roux lo volvía débil.

Y aunque ella ya no estaba... su molesta hija seguía ahí. Aún se preguntaba cómo había sido posible... ella misma había enviado esas pastillas abortivas. Si aún no había quedado embarazada para ese tiempo, entonces hubiese quedado estéril.

- ¿Una cena?—cuestionó Cordelia

- Si... pero Brithania también estará ahí—respondió Sovieshu con timidez, preocupado por la reacción de su madre.

Brithania...

Si la envenenaba, eso solo haría que Sovieshu se preocupase por ella. Sovieshu le tomaría simpatía si estaba débil en frente suyo.