El viaje en carruaje era bastante tranquilo. Esperaba que todos estuviesen bien en su respectivo carruaje. Después de todo... Adler, Robin y Finch no están acostumbrados a viajar tanto tiempo en carruaje (ellos prefieren salir volando), y mi pequeño Robb es impaciente cuando no estamos juntos.
Mi padre, un hombre que no conocía y yo estábamos en el último carruaje mientras todos los demás iban por delante de nosotros. ¿Por qué? Ni idea...
Por lo general, el carruaje Emperador siempre va por delante mostrándose como el más importante y el principal, sin embargo, en esta ocasión nosotros éramos el último.
Mi padre me observaba en silencio y de manera fija. Me daba un poco de nervios que hiciese eso, pero no lo iba a decir en voz alta mientras fingía observar por la ventana. Entonces fije mi vista en mi padre. Se veía diferente a como lo recordaba, pero no por eso se veía menos guapo.
La belleza, sin duda, era un verdadero atributo de la realeza. Mi padre no se veía muy mayor, de hecho, tal vez no tenía más de treinta años. No había rastro de canas en su cabello. No había tantas arrugas en su rostro... pero había algo que me preocupaba un poco.
- Papá, ¿has cuidado bien de tu salud?—pregunté viendo las ojeras que resaltaban ligeramente.
- Sí, pero nunca me he sentido tan bien como ahora—respondió mi padre con una ligera sonrisa—¿Te divertiste estando en Soleil?
- Padre, agradezco tus palabras...—hablé para luego mirar al hombre a su lado—me divertí mucho.
No quería contarle nada de lo que realmente había hecho en Soliel. Prefería que fuese una sorpresa, aunque esa sorpresa no era solo para él. La magia y mi habilidad con armas era algo que no quería revelar aún. Algo parecido a un as bajo la manga, una sorpresa para cualquiera que se atreva a ir en mi contra.
- Extrañé mucho a papá—hablé—te extrañé mucho, padre. Me alegra estar finalmente en casa.
- Yo también te extrañé, Thania—sonrió mi padre—este padre extraño demasiado a su pequeña hija. Mi pequeña princesa ha crecido hermosa y saludable, no podría estar más feliz y satisfecho.
Casi podía sentir un ambiente hermoso, con flores y demás alrededor de nosotros hasta que el otro hombre, aún desconocido para mi, tosió ligeramente.
- Es un placer conocerla, princesa—habló el extraño tomando la inciativa—yo...
- Él es el marqués Langde—interrumpió mi padre—es mi secretario más confiable.
Coloqué la palma de mi mano derecha sobre mi corazón mientras sonreía al marqués Langde e inclinaba un poco mi cabeza hacia delante.
Fue una especie de reverencia improvisada debido a que estábamos en el carruaje, aún así creí que era adecuado.
- Es un placer conocer al secretario más confiable de mi padre—dije mirandole con una sonrisa—gracias por su arduo trabajo.
El secretario me observó fijamente con sorpresa, pero sonrió.
- Gracias por sus palabras, princesa—dijo el marqués—es un honor finalmente conocer a la princesa Brithania. Escuché mucho de usted, sin embargo, no tuve la oportunidad de conocerla hace unos años.
- No debe preocuparse por ello—dije con una sonrisa amable—tendrá mucho tiempo para conocerme a lo largo de estos años, marqués Landre.
Mis palabras y mi sonrisa fueron lo más dulce y amables posible, pero mi mirada fue firme y desafiante. Estaba retándolo a conocerme.
El marqués no parecía inmutado, pero debido a que estaba mirándome a los ojos terminó por bajar su mirada.
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Reencarné como la hermana de un idiota
FanficSiempre había leído historias de reencarnación. Y tengo una imaginación bastante loca con respecto a las historias que leo. Sobre todo cuando me siento frustrada de un personaje, tengo ganas de entrar a un libro y golpearlo yo misma. Mi novela favor...