Capitulo 22: Respuestas (1)

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Ah... se parece.

Si, se parecía demasiado a mi madre. Cabello rojo intenso como el fuego, ojos azules y fríos como el hielo. Y su piel... era pálido, temia que estuviese enfermo... pero no parecía ser así.

Volví a escuchar la risa de nuevo, aquella persona me sonrió.

- No tengo ninguna duda—dijo acercándose a mi

El general, que debía de cuidarme, se colocó frente a mi con una mirada de advertencia.

- Identifíquese—ordenó mi guardia

- ¿No es mi apariencia suficiente identificación?—preguntó con una voz burlona—creí que mi apariencia diría mucho...

Ah, es verdad. Nunca había visto a una persona como él. Mi madre era la única con el cabello y ojos así. Es obvio que deberían ser parientes...

- ¿Quién es usted?—pregunté saliendo detrás del guardia

- ¡¿Princesa?!—el guardia parecia preocupado cuando salí detrás de él y el tipo volvió a reír divertido ante la situación

- La sangre llama—sonrió y dio una pequeña reverencia ante mi—mi nombre es Marcel Dungas de Soliel, es un placer conocerla, pequeña princesa...

De Soliel...

Abrí los ojos con sorpresa mientras le miraba. Él... este sujeto. Él debía de ser mi tío.

Ah... yo...

Di una reverencia ante él recordando mis modales.

- Mi nombre es Brithania Nike Vikt...

- Pff—mi, aparente, tío contuvo su risa y me observó de pies a cabeza—si tuviese que decir, mi hermana hubiese preferido llamarte Beatrix o Maxine... incluso Lyarra. ¿Brithania? Pfff

Le miré con molestia. Mi tío se peinó el cabello, pero algunos mechones cortos volvieron a caer sobre su frente. Su cabello, a diferencia del de mi madre, era más lacio.

- Y dime, querida...

Mi tío dio una mirada con su rostro serio antes de arrodillarse a mi altura.

- ¿Eres un alma nueva o un alma vieja?

¿Eh?

Trague un poco antes de abrir mi boca...

- Pero si es...

La voz de mi padre hizo que todos viésemos hacia la dirección de donde provenía. Mi padre miró con sorpresa a mi tío antes de sonreír, detrás de él se encontraba mi nana, quien se sonrojó violentamente al ver a mi tío.

- Emperador Osis—rió mi tío antes de inclinar su cabeza ligeramente

- Marcel—murmuró mi padre

- Ha pasado un tiempo... ¿Diez? ¿Trece años?—cuestionó Marcel

- Yo...

Mi tío chasqueó su lengua con diversión mientras observaba alrededor. Varias miradas curiosas caían sobre nosotros.

- No queremos arruinar la noche para los protagonistas de este evento—dijo mi tío—¿Te parece bien que hablemos mañana? Tal vez debería regresar y hospedarme en algún lugar de la capital...

- No será necesario, la zona sur del palacio es suficiente... ¿Diez habitaciones? ¿Cinco? Solo dilas—dijo mi padre

- Que generoso de tu parte—mi tío sonrió, pero no parecía muy feliz—cinco habitaciones son más que suficientes.

Reencarné como la hermana de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora