Reencarné como la hermana de un idiota

Capítulo 72: Demonio (2)

No había más que oscuridad... ella no sabía a donde ir.

Estaba perdida...

Comenzó a llorar como una niña pequeña hasta que una amable voz apareció a su lado.

- ¿Estás perdida? No te preocupes, yo te ayudaré—la voz era tan dulce que ella limpió sus lágrimas y la alzó la mirada hasta encontrar a su dueña.

Una niña de cabello rojo intenso y brillantes ojos aquamarinos le dio una amable sonrisa mientras extendía la mano hacia ella.

- ¿Recuerdas tu nombre?—preguntó la niña

- Yo...—su voz salió quebrada y negó con la cabeza—no lo recuerdo...

- No te preocupes—sonrió la chica ayudándola a ponerse de pie, era claramente más alta que ella, tal vez incluso era mayor que ella—el nombre es lo primero que pierdes cuando llegas a este lado... si llegaras a recordarlo, entonces tu nueva vida sería difícil...

- ¿Nueva vida?—preguntó la pequeña

- Hiciste bien... no tienes ni idea de cuanto te agradezco por lo que hiciste—por las mejillas de la pelirroja caían lágrimas que ella notó, pero su sonrisa nunca se fue—ven conmigo... te guiaré...

La pelirroja guió el lugar hasta que finalmente llegaron a un lugar donde había mucha luz. La más pequeña podía escuchar risas y sentir una brisa cálida del otro lado...

- Ve, te están esperando—sonrió la pelirroja

- ¿Qué hay de ti?—preguntó la pequeña agachando su cabeza para esconder su leve sonrojo

- Yo debo esperar a alguien más—sonrió la pelirroja—pero sigue... te aseguro que del otro lado estará todo lo que necesites.

- ¡Gracias!—una sonrisa cálida apareció incluso en los ojos miel de la pequeña.

La más pequeña corrió a darle un abrazo a la mayor, con una enorme sonrisa antes de caminar hacia la luz. La luz era tan brillante que solo provocó que la pelirroja cubriese sus ojos al ver la cabellera rubia de la más pequeña brillar con más intensidad.

- Muchas gracias... por lo que hiciste por mi hija. No tengo ni idea de cómo agradecerte, pero te aseguro que si coincidimos en alguna otra vida, lo haré. Muchas gracias... Sophia.

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«Había una vez una joven que amaba mucho a su hermano menor y aunque, no era su responsabilidad, había jurado proteger a su hermano.»

«Una trágica noche, un grupo de bandidos había entrado a la casa de la joven. Sus padres habían sido asesinados cruelmente.»

«Primero su padre, valiente, pero no lo suficientemente poderoso. Trato de darles tiempo para escapar.»

«Por supuesto, aunque el padre luchó con todo. No fue lo suficiente, él falleció antes de saberlo, pero su esposa y sus hijos fueron capturados afuera por más bandidos.»

«La madre había rogado por sus hijos. Ofreciendo cada joya y cada moneda de oro para que los bandidos perdonaran la vida de sus pequeños.»

«Los bandidos tomaron todo, pero no soltaron a ninguno. En un forcejeo, mientras los bandidos intentaban llevarse a la hija, la madre perdió la vida.»