Caminaba con mi padre mientras lo tomaba del brazo. La entrada debía de ser perfecta, aunque el vestido me hacía sentir ligeramente culpable.
Llegamos a la puerta de la entrada y podía sentir mis nervios de punta. Juraba que estaba sudando frío, por alguna razón sentía que mi piel había bajado algunos grados. No quería cometer ningún error, quería que todo estuviese perfecto. No iba a darle la oportunidad a la Emperatriz de hacer algún comentario hacia mi o hacia mi familia debido a un pequeño error.
No iba a permitirme fallar...
Parecía que mi padre había notado mi nerviosismo debido a que colocó su otra mano sobra la mía haciéndome que voltease a verlo.
- No tienes de que estar nerviosa, Thania—sonrió mi padre—no pasará nada malo... eres la hija de Jim. Jim jamás permitiría que te suceda algo...
- Gracias, papá—sonreí
Con eso, todos mis nervios desaparecieron.
- ¡Atención...! ¡Su Majestad, el Emperador, Osis Archellus Vikt III!—anunció un mayordomo— y... ¡Su Alteza real, la princesa Brithania Nike Vikt!
Mi padre y yo entramos sin más al gran salón. La mayoría de los nobles habían volteado a verme.
Sin embargo... ninguno de ellos... estaba reverenciando.
Pude encontrar al marqués Landre, quien parecía un poco sorprendido, aún así empezó a inclinarse para dar una reverencia. Otros nobles alrededor de él parecían haberse dado cuenta de ello y comenzaron a imitarlo, pero la mayoría... aún no reverenciaba.
Me preguntaba si se debía a una sorpresa o a que simplemente eran irrespetuosos.
Pero...
Eso no me gustaba.
Mi mirada se volvió fria mientras trataba de recordar aquellos rostros que no reverenciaron.
Mi padre, a mi lado, apretó mi mano para llamar mi atención.
Una dulce sonrisa apareció en su rostro mientras me observaba. Su mirada me decía que todo estaría bien y que no tenía de que preocuparme.
Luego pude observar cómo su sonrisa desaparecía y volteaba a ver a todos los nobles que aún no reverenciaban con frialdad.
El ambiente cálido cambió de inmediato por uno frío. Todos los nobles parecían estar nerviosos, pero cada uno de ellos, en una sincronía perfecta, comenzaron a reverenciar.
Era... increíble.
Mi padre simplemente les había dado una mirada. Mi padre tenia el dominio completo de los nobles, aunque me preguntaba como lo había hecho. Nunca había leído que Sovieshu o Navier pudiesen hacer eso con toda una multitud, o al menos no que yo recordase. Me preguntaba si algún día yo también podría hacer lo mismo que mi padre.
Aunque... no por nada, mi padre era conocido como el hombre que negoció con el Diablo.
- Si quieres, puedo hacer que los nobles no suban su cabeza—dijo mi padre
- Esta bien, papá—sonreí—eso no será necesario...
Por supuesto que no...
Planeaba ser amable y buena... pero parece ser que debo darles una lección.
Después de todo, yo soy la hija del hombre que negoció con el diablo y la hija de la Rosa de Sangre. Tal vez comprenda que no quieran reverenciarme por ser una hija bastarda, pero deben reverenciar a mi padre. No podía perdonarlos por haberle faltado el respeto a su Emperador y mucho menos en frente de invitados extranjeros.
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Reencarné como la hermana de un idiota
FanfictionSiempre había leído historias de reencarnación. Y tengo una imaginación bastante loca con respecto a las historias que leo. Sobre todo cuando me siento frustrada de un personaje, tengo ganas de entrar a un libro y golpearlo yo misma. Mi novela favor...