Capitulo 91: Debut (1)

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Tenía que preparar todo para mi debut. Desde el vestido que usaría como los regalos que daría. No era típico del debutante dar regalos a los invitados, pero era algo que deseaba hacer.

Volví a ver de reojo el brazalete de escarabajo. Había días en las que quería usar vestidos de tirantes y dejarlo a la altura de mi brazo en lugar de en mi muñeca. Tío Viktor había dicho que el brazalete se ajustaba a mi medida.

Suspiré mientras terminaba de escribir la invitación. Ahora solo debía de elegir el ave mensajero que se lo daría a Heinley.

Podía decidir después del almuerzo.

Caminaba al palacio con Robb, Adler y Robin siguiéndome de cerca. Cuando escuché un ruido y vi a Adler en el piso.

Voltee y de inmediato me acerqué.



-    ¿Adler? ¿Estás bien? ¿Qué pasó?—pregunté preocupada

-    ¡Ah! ¡Un maldito pájaro!—gruñó Adler—no pensé que fuese a venir directamente a mi cara

Fruncí el ceño por un momento antes de ver el pecho de Adler, ahí estaba un pequeño pajarito de plumas azules.

-    Oh Dios, debió haberse caído—dije tomando al pequeño pajarito hablando en el idioma de Soliel—Robin, lleva a este pajarito y cuídalo hasta que regrese. Ni Finch ni tú deberán transformarse mientras él esté... que todos hablen en el idioma de Soliel hasta que llegue... parece ser que tenemos un espía...

Adler gruñó.

-    Déjame acabar con el sufrimiento del pequeño, tal vez tenga una conmoción cerebral—sonrió Adler mostrando sed de sangre

-    Adler, por favor—suspiré—venga, no quiero hacer esperar a mi padre...

-    Adler, el Emperador espera a mi hermana—declaró Robb mirando a Adler con seriedad—no debemos hacer esperar a su Majestad

-    ¡Bien!—cedió Adler con molestia—Robin, deja a esa criatura y regresa... no queremos que los sirvientes de la Emperstriz toquen a Thania

-    Sí—asintió Robin con el pajarito en sus manos

Robin dio una reverencia antes de ir al palacio de Cristal. Adler me dio una mirada acusatoria que decidí ignorar y seguir caminando.

-    Sabes que es un miembro de la tribu cabeza de pájaro, ¿no es así?—preguntó Adler en el idioma de Soliel mientras me seguía junto a Robb

-    Lo sé—dije, en el idioma de Soliel, sin verlo—no lo había visto desde hace un tiempo, es el primo del Rey del Occidente... seguramente su primo, el príncipe, ha enviado algo. Revisaré cuando lleguemos a Casa, por ahora quiero estar con mi padre.

-    Debería decapitarlo por espía—gruñó Adler

-    Déjalo así—suspiré—un espía suele ser un arma de doble filo si la información que lleva es la incorrecta. El chico no sabe nada del idioma de Soliel, ¿por qué crees que ordene que nadie hablará el idioma del Oriente?

Entré al comedor seguido de Robb y Adler. Los tres entramos y dimos una reverencia.

Mi padre ya se encontraba ahí al igual que Sovieshu, quien se limitó a ignorarme.

-    ¡Mi dulce niña!—sonrió mi padre levantándose de su asiento para darme un abrazo—no te he visto en toda la mañana, ¿Has estado ocupada?

-    Bueno, el invierno en los territorios que colindan con la frontera norte son mi prioridad—dije mientras mi padre me ayudaba a sentar—he decidido guardar parte de los granos de cosecha y dejarlas almacenadas para este año, además de enviarles alimentos y ropas calientes. El clima es impredecible y el Norte es el más frío...

Reencarné como la hermana de un idiotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora