Declaración de intenciones (II)

527 57 84
                                    

- Las pistas han quedado brutales – dijo el cantante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Las pistas han quedado brutales – dijo el cantante. – Era lo que buscaba y lo has conseguido. Cuando me dijo Nacho que nos ayudarías, sabía que no me decepcionarías.

- Solo hago mi trabajo – dije metiendo mis manos en los bolsillos de mi pantalón. – Pero me alegra que le haya gustado mis letras.

- Tutéame por favor – me pidió. – De verdad que te lo agradezco, aun sigo impresionado.

Sonreí.

Echaba de menos componer y no lo sabía. Cuando Nacho me pidió ayuda aquel día que le robé su secretaria, pensaba que era una mala idea, que no sería capaz de conseguirlo. El estado anímico de un compositor era primordial a la hora de crear letras. Sin embargo, todo lo que estaba padeciendo en estos instantes, donde mi vida era un autentico caos, me ayudó y conseguí crear canciones llenas de sentimientos que calaban en lo más hondo de aquel que lo escuchaba. Con los arreglos rítmicos que realizó Nacho, quedaron unos temas brutales que sin duda habían impresionado al artista.

- ¿Y cuando volverás? Tus fans te echan de menos. – preguntó el cantante sin perder la sonrisa.

- No creo que sea el momento – me limité a decir mientras lo acompañaba hacia la salida.

- Es por tu chica ¿no? Lo leí en prensa, lo de su accidente... Hace poco despertó – se interesó.

- Si, pero no quiero hablar mucho de ello. Es una situación complicada.

- Me imagino. Tanto tiempo en coma, sé perfectamente las consecuencias que conlleva – admitió. – Mi padre también estuvo en coma durante varios años. Cuando despertó era una persona totalmente diferente afectó a su habla, su capacidad motora... Fue muy duro.

El muchacho carraspeó para deshacer ese nudo en la garganta que se le había formado tras relatar su experiencia.

- Si te sirve de consuelo y te da esperanzas... A día de hoy, mi padre ha recuperado la mayoría de sus habilidades y de a poco va volviendo ese hombre cascarrabias que solía ser. Se necesita mucho trabajo y, sobre todo, mucha paciencia, pero llegará el día que todo vuelva a la normalidad. – apretó mi hombro en señal de apoyo.

- Muchas gracias – dije casi titubeante.

- No hay que darlas. Si necesitas cualquier cosa ya sabes dónde encontrarme, al fin y al cabo, trabajamos juntos. – sonrió. – Un placer conocerte Benjamín, nos vemos en la próxima.

- Igualmente, gracias por confiar en nosotros. – dije cordial.

El muchacho se adentró en el ascensor y tras el cierre de las puertas suspiré. La mujer de la recepción me miraba con compasión. Le lancé una de mis miradas frías y duras y ésta volvió a sus quehaceres. No me gustaba que me tuviera lástima. A decir verdad, estaba más que harto que la gente me mirara de ese modo. 

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora