Después de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor.
Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...
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- ¿Y bien?
- Nuestras últimas investigaciones concluyen que Mariano está en la ciudad.
Menuda novedad, pienso. Hace una semana que el hijo de puta me abordó en el aparcamiento de las oficinas de mi buffet. Para mí no era una novedad.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? – pregunta Benjamín.
Después de lo que pasó con Luisana y las niñas, Benjamín se metió de lleno en la investigación. Contrató a más personal para la investigación y dejó de lado su trabajo de la discográfica para dedicarse plenamente a la investigación.
Benjamín jugaba con la baza de la venganza y la culpabilidad. Lo entiendo, me siento exactamente igual que él. Desde que vi a Luisana en casa totalmente asustada y golpeada, sentí un sentimiento de ira irrefrenable y maldecí el día que no acabé con Mariana en aquel bosque. '
Siempre he intentado jugar con las cartas de la justicia. Soy abogado, debo creer en mis principios y la justicia es la encargada de condenar a los que se saltan la ley. Sin embargo, había pasado muchísimo tiempo, el trabajo de la policía iba demasiado lento y eso no era bueno. El caso podía prescribir de un momento a otro si no encontraban noticias de Mariano y yo no podía dejarlo así. Por eso, me puse en contacto con Rodríguez y creamos un segundo plan sin violar los principios jurídicos.
Después del asalto a casa, ya nada me importa. Todo lo que ha pasado, ha sido por mi culpa. No atajé de raíz el problema cuando lo tuve delante. Ahora actuaría de diferente manera, aunque suponga ir en contra de mis propios principios.
- Benjamín, las cosas son complicadas
- Rodríguez las cosas son complicadas desde hace bastante tiempo – reclamé cansado del mismo discurso del agente. – Hemos tenido muchas ocasiones y la hemos desperdiciado. No voy a permitir que pase de nuevo.
- Felipe lleva razón – dice Benjamín. – Tenemos el personal suficiente para pillarlo por sorpresa.
- Señor Rojas es peligroso. El tipo se rodea de gente grosa y...
- Ese tipo me amenazó hace una semana en el aparcamiento del edificio de mi trabajo – interrumpo. – Y seguidamente Luisana y sus hijas fueron asaltadas en mi propia casa por un hombre encapuchado. Rodríguez, ¿qué más tiene que pasar para que actúe?
Benjamín mira interesado la respuesta de Rodríguez.
- Hago lo que puedo Felipe, intento hacer las cosas bien. Si queremos tener a la policía de nuestra parte y obtener información...
- ¿De qué nos ha servido? Te lo digo yo, de nada. – digo. – Estoy dispuesto a hacer lo que sea. Rodríguez, lo que sea.
Rodríguez asintió. Sé cuáles son las bases de nuestro acuerdo, pero todo eso cambio en cuanto entraron en casa y dañaron a mi familia.
