Después de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor.
Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...
Sé que os prometí este capítulo la semana pasada, pero no me encontraba del todo bien. De nuevo me tienen que operar tras ver en algunas pruebas médicas que no está todo lo bien que debe estar y eso pues me dio un poco de bajona.
Ya lo tengo un poco más asumido y bueno... Aún no me van a operar porque la primera operación es reciente y aun me estoy recuperando, así que hay que esperar.
Voy como puedo escribiendo, con mis altibajos pero es cierto que cuando me encuentro bien me gusta mucho pararme a escribir así que seguiré escribiendo cuando pueda.
No me entretengo más y os dejo este capítulo. Espero que os guste.
Un besazo enorme y cuidaros mucho
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Miro la figura que refleja el espejo del probador. ¿A dónde pretendía Mica que iba a ir con esto? El top dejaba al aire parte de mi abdomen y la minifalda era mucho menos que una minifalda más bien era un trapo que tapaba lo justo y necesario.
- ¿Seguro que esta ropa me gusta? – pregunto no muy convencida.
- Claro que sí, sal que te vea – anima Mica desde afuera.
Le hago caso y retiro las cortinas del probador. Hago una mueca de disconformidad, contraria al gesto de Micaela.
- Es mi sueño hecho realidad – complacida junta sus manos – Estás cañón.
- No Micaela, a mí no me gusta
- ¿Y te gusta la ropa de vieja que llevas siempre?
- No es ropa vieja, solo es cómoda.
- ¿Ves? Ya está floreciendo la Camila de siempre – dice enfadada.
- Eso es bueno
- No si hablamos del tema outfit. Quédate el conjunto, te queda de escándalo.
- Que no, me niego ir así vestida.
- Te lo pago yo, ¿Qué más da?
- No quiero.
- Dejarás a Benja mudo con ese atuendo.
Mis labios forman una fina línea. Sopeso sus palabras.
¿En serio le gustará? ¿Estaría a disgusto con mi estilo de ropa? Él nunca me ha dicho nada malo.
- ¿Lo dices en serio? – expreso mis dudas.
- Que si tonta, dale cambiate. Te invito a un café y comentamos el siguiente paso para reconquistar a Grey
- ¿A quién? – digo sosteniendo la cortina del probador.
- Cosas mías – hace aspavientos con las manos. – Dale cambiate.
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