Todas las cosas que nunca dije (II)..

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Ni los invitados ni mi música preferida a toda ostia me llegaban a entretener lo suficiente

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Ni los invitados ni mi música preferida a toda ostia me llegaban a entretener lo suficiente. La fiesta había comenzado hace ya dos horas en casa y no había rastro de Cami por ninguna parte. La llamé en repetidas ocasiones, pero siempre saltaba el buzón de voz. Coco me pedía un poco de serenidad, pero es imposible. Mi amiga está pasando por uno de los peores momentos de su vida y su ausencia es motivo suficiente de mi preocupación.

Si la fiesta la había organizado era, en parte, por ella. No quiero que pierda al amor de su vida. No quiero que Benjamín de nuevo desaparezca. Es lo único que le hace bien a ella, aunque ahora no lo crea. Es la única razón para poder seguir hacia adelante. Si ella no tenía las fuerzas suficientes, yo le ayudaría y eso es precisamente lo que pretendo hacer.

No estoy nada orgullosa de cómo Benjamín decidió rendirse con Camila. Sé que él también lidia con su dolor y, sobre todo, también lidia con la desaparición de sus sobrinas. Pero ¿acaso no ve cómo Camila se consume en su propio dolor? Está pidiendo desesperadamente ser rescatada.

A mi no me hace caso, o al menos me hace caso menos de lo que debería. Pero sigo fuerte. Perenne en la idea de llevar a flote a mi amiga. Salió de la muerte de su hermano, también lo conseguirá esta vez.

La fiesta es una excusa perfecta para acercarla, para que recordarse que afuera le espera cosas grandiosas y que no puede dejarlas escapar. La fiesta es un motivo de alegría porque yo también debía comunicarles algo a todos. En cambio, todas mis expectativas se habían esfumado cuando me percaté de la ausencia de Luisana, Felipe y, por supuesto, de Camila.

- Era imposible que asistieran – la voz de Coco en mi oído me sobresalta. Abraza mi cintura desde atrás. – Amor, intenta divertirte ¿sí?

Sigo mirando a mi alrededor. Identificando a cada invitado que baila o habla en grupo.

- ¿Dónde está Benjamín? – pregunto sin dejar de buscar.

Escucho resoplar a Coco. Sé que llevo unas semanas algo insoportable, con muchos cambios de humor quizás, pero no puedo evitar preocuparme de los que quiero. Sobre todo, de mi amiga.

- Está en el jardín, junto a la barra tomando un trago – contesta de manera autómata.

Me deshago de su agarre y voy en busca de Benjamín. Hago caso a sus instrucciones. Cuando llego al jardín, veo a Benjamín apoyado en la barra bebiendo una copa tal y como me había explicado mi novio. Va vestido de Batman, tal y como le pedí. Se supone que Camila iba a ir vestida de la señora de Batman, pero claro... No aparece. Adiós a la gracia.

Al lado de Benjamín, una mujer vestida de diosa griega, coquetea con él, pero Benjamín no le hace ni puñetero caso. Estaba absorto en sus pensamientos.

- Te vas – fulmino con la mirada a la pelandrusca que intenta ligar con el novio de mi amiga. La chica, compañera de mi novio, me mira con hastío, pero hace caso a mi orden y desaparece.

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora