No quiero no estar a tu lado (II)

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- Gracias

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- Gracias.

Remuevo la cucharilla dentro de la taza de té.

Las últimas horas tras mi desvanecimiento han sido un tanto abrumadoras. Al dolor que siento con la desaparición y presunto secuestro de las gemelas, se le añade el dolor de mi propia pérdida.

Es difícil explicar con palabras todos los sentimientos que se entremezclan en mi interior. Lo mismo ocurre con mis recuerdos. Recuerdo muchísimas cosas, aspectos de mi vida que había olvidado por completo, pero que ahora los recuerdo como lo hubiese vivido ayer. Recuerdo detalladamente todo lo que ocurrió en el momento de mi accidente y, por supuesto, también recuerdo mi relación con Benjamín.

Es impresionante el reseteo que ha sufrido mi cabeza con tan solo recordar uno de los momentos más dolorosos y fatídicos de mi vida. Mi cabeza hizo clic y se sucedieron por mi mente, en forma de diapositivas, todas las imágenes que se borraron en mi memoria por tanto tiempo 

Estoy demasiado abrumada. No sé como gestionar todo esto. No sé qué hay que hacer para que este sufrimiento desaparezca. Siento la necesidad de arrancarme de cuajo el corazón por tal no sentir esto tan fuerte .

Mi cabeza no deja de pensar en ello y también en Benjamín. Siento que le he fallado, que lo he abandonado, pero no puedo hacer nada al respecto. No tengo fuerzas para enfrentar el dolor conmigo misma, ¿cómo lo iba a hacer con él? No puedo, me es imposible. 

Por eso, decidí separarme de él. Solo por un tiempo. No sé cuánto, pero si lo necesario para encontrarme a mí misma, para llorar y para sufrir la culpa. Para perdonarme a mí misma.

- ¿Necesitas algo más?

Jazmín decide acompañarme y se sienta junto a mí en el sofá. Yo solo niego con la cabeza.

Fue frustrante tener que soportar la incomprensión del doctor Suárez y la de Micaela y Coco. Intentaba convencerme de lo que para ellos era correcto, pero no se paraban a pesar en la gravedad y la complicada situación que Benjamín y yo estamos enfrentando.

Me sorprendió la cordura de Benjamín. Aceptó mi decisión sin muchas explicaciones. Me dolió verle marchar como un muñeco roto, una persona sin alma. Pero, era lo mejor para ambos. Necesito sanarme, necesitamos sanarnos.

Suárez me ofreció un apartamento que solía alquilar en verano, pero que ahora estaba deshabitado. Micaela se negaba a la idea. Decía que no era bueno para mí pasar el duelo sola, al igual que dejar abandonado a Benjamín después de todo lo que había sufrido y tras el momento tan delicado que estaba atravesando con la desaparición de sus sobrinas.

Sus palabras sonaron hirientes y muy duras, demasiado diría yo. Tal vez llevase la razón, pero sigo afirmando que ahora mismo no soy la persona más adecuada para dar fuerzas o simplemente mantener entereza.

Yo también soy una muñeca rota. Ahora lo que más necesito es estar sola, estar conmigo misma.

Coco interpretó el papel mediador, el equilibrio de la balanza entre Suárez, Micaela y Benjamín. Tras una corta discusión entre Suárez y Micaela en los pasillos del hospital, Micaela cedió y Suárez me prometió la estancia en su apartamento.

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora