Tiempo (II)

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De nuevo en aquella habitación de hospital

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De nuevo en aquella habitación de hospital.

De nuevo respiro ese aroma tan característico que envolvía el ambiente.

De nuevo, Camila yacía inconsciente en una cama articulada.

De nuevo estaba envuelta por cables que ni tan siquiera sabía su funcionalidad, aunque esta vez sí era diferente.

Camila seguía conmigo. No se había ido. No había abrazado la oscuridad por completo.

La noticia le produjo una bajada de tensión e hizo que perdiera el conocimiento. Enseguida llamé al Doctor Suárez comunicándole lo que había pasado y que estábamos de camino al hospital. Me acompañó Coco y Micaela, mientras mi madre y Octavio se quedaban en mi casa junto a mi hermana y Felipe.

El Doctor Suárez actuó rápido en cuanto pusimos un pie en el hospital y, junto a su equipo de médicos, se dedicaron a hacerle todo tipo de pruebas. Todas las pruebas salieron favorables por lo que solo quedaba esperar a que Camila despertase.

El Doctor Suárez puso a nuestra disposición una psicóloga para manejar el momento en el cual Camila despertase. La doctora conocía toda nuestra historia, así se lo conté.

- ¿Y cuándo despierte? – pregunto. Mi tono de voz es bajo para no molestar a Micaela que atiende en esos momentos los cuidados de Camila.

- Cuando despierte, deberá ser fuerte. Lo que acaba de descubrir es demasiado doloroso y posiblemente se sienta perdida – dice la doctora. – No es necesario abordar este tema en estos instantes, pero tampoco puede dejarlo pasar. Deberá encontrar el momento perfecto, pero es importante que lo hablen. 

- ¿Y cuál es el momento perfecto?

- Aquel en el que ambos estén preparados.

Asiento meditando sus palabras.

¿Cómo iba a saber cuándo ella estaría preparada si ni tan siquiera yo lo estoy? No estoy preparado para abordar con ella mi dolor, nuestro dolor. Para más inri, el secuestro de mis sobrinas había supuesto un vacío aún más mayor. ¿Cómo iba a ser capaz de ayudarla si ni tan siquiera yo estoy bien?

- Tome, esta es mi tarjeta – la doctora me ofrece una tarjeta de contacto. – Realizo terapias, tal vez os venga bien mi ayuda cuando llegue el momento.

Acepto su gesto y agradezco sin apartar la vista a la información de la tarjeta.

Camila comienza a moverse y, poco a poco, abre los ojos. Micaela da un paso atrás para dejar avanzar a la doctora, aunque no se aleja demasiado. Yo me levanto del asiento y muerdo mis uñas esperando con ansias su despertar. Coco se mantiene al lado mío y palmea mi espalda como signo de apoyo.

- Bienvenida Camila – dice la doctora.

Camila emite un sonido de molestia. Toca su cabeza y mira a su alrededor. Observa a todos, pero su mirada se detiene cuando me ve.

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora