Después de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor.
Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...
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Espero con paciencia mientras escucho el tercer tono de la llamada. Al cuarto, la voz de Benjamín resuena en mis oídos.
- Benjamín
- Dime – suspira.
Sé que no le gusta que le llame tanto. Desde que apareció las niñas y la vuelta de Camila a casa, estoy demasiado sobreprotectora, pero tengo un motivo de mayor peso. No quiero que nada se tuerza. Después de todo lo acontecido, necesito que todo marche bien por el bien de la familia. Bastante hemos sufrido.
- Necesito que mires el noticiero.
Octavio me llamó. Fue él el que descubrió lo que se está retransmitiendo en estos instantes en la cadena de televisión más popular a nivel nacional. Octavio, que le pilló la sorpresa en una de las tiendas del centro comercial en el que estaba, no dudó en llamarme y ponerme en sobre aviso. Enseguida, prendí la televisión que estaba en la sala de descanso del buffet de abogados y pude comprobar en primera persona todo lo que Octavio me había advertido.
- No jodas mamá, estoy laburando y ahora mismo no puedo.
Siento que no está solo, pues en un momento escucho a mi hijo susurrar a alguien algo. Lo conozco y sé que va a prender la televisión, aunque se haga el duro.
- Es necesario que sepas lo que está ocurriendo – insisto, aunque sé que en breves hará caso a lo que le pido.
Espero unos minutos y escucho un "joder". No es mi hijo y, por la voz, vaticino que es Jorge, su mejor amigo. Doy largos pasos de un lado a otro frente al televisor que está en "mute". Necesito una respuesta por parte de mi hijo, pero éste se hace de rogar.
- ¿Lo sabias? – escucho decir a mi hijo.
Sé que no me pregunta a mí sino a su amigo. Él es periodista, tal vez, supiese algo. En cambio, escucho su negativa.
- Mamá, estás en manos libres – me avisa Benjamín. – Está Coco conmigo y quiere preguntarte un par de cosas.
- Hola cariño – saludo amablemente al muchacho.
- Hola Morita – dice él con cariño. - ¿Sabes si Felipe ha hablado con alguien? ¿O algún desconocido se ha pasado por casa de Lu?
- No, no me han dicho nada – niego. – Creo que ni él sabe lo que está pasando. Hoy tenía un juicio largo y no ha pasado por el buffet en toda la mañana.
- Tenemos que hacer algo – dijo mi hijo.
- Voy a indagar, tengo contactos en la cadena. – asegura el periodista. – Tal vez, Estela pueda echarme una mano.
- ¿Tu ex?
- Sí, nos llevamos bien. – se muestra algo incómodo. - Sé que me ayudará.
Por unos minutos, reinó el silencio. Benjamín susurra un "tu sabrás" y no se vuelve a escuchar nada más.
