Os cuidaré... (II)

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Solo falta por meter en las maletas las mudas de las niñas

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Solo falta por meter en las maletas las mudas de las niñas. En una hora partiría a casa de mis padres para dejarlas a salvo e iría al punto de encuentro.

Ha pasado casi un mes desde que, en un acto de valentía, agarré a las dos pequeñas y las saqué de ese infierno que estaban viviendo. 

Los primeros días fueron horribles. Es difícil mantener en el anonimato con unas niñas que estaban siendo buscadas por cielo y tierra. Lo lógico sería haberlas entregado a la policía, pero desgraciadamente yo había participado en ese suceso.

Y me arrepentí. 

Me arrepiento tanto...

Me cegué. Estaba cegada por la venganza y la ira. Quise vengarme y me alié con la peor persona. En cambio, las cosas ya estaban hechas. No había vueltas atrás. Yo también soy una delincuente.

- Mia... Allegra...- las llamo. – Venid, debo contaros algo.

Las niñas, que jugaban en la única habitación del departamento, salieron en mi busca. Las esperaba en cuclillas para estar a su altura. Ambas se abalanzaron y me abrazaron sin dejar de besar mi cara.

Son estas situaciones las que me ayudan a seguir adelante. Son estas situaciones las que confirman que tomé una buena decisión, que mi acto de valentía no fue en vano y que mi único objetivo ahora es mantenerlas a salvo y lejos de su padre.

- Chicas escuchad atentas – les pido. – Orejas abiertas.

Las niñas rieron y estiraron sus orejitas en un gesto divertido.

- Vamos a ir a un sitio secreto

Las niñas exclamaron un "oh".

- En ese sitio, hay dos personas que quiero muchísimo.

- Como nosotras a mami y a papi – dice Mia.

- Sssi – titubeo. – Sí, son mis papás. Voy a llevaros con ellos porque tengo que ausentarme.

- Pero, ¿volverás? – preguntó con miedo Allegra. – Prometiste que pronto volvería mamá y aún no pasó.

Allegra espera impaciente una respuesta mía. Una espera que no se inicia en este momento. Esa espera ya sucedió hace unas semanas atrás cuando les prometí a ambas que las llevaría con su mamá. El problema es que no sabía cómo hacerlo para entregárselas y yo quedar impune.

Las cosas se habían complicado tanto.

Me limité en cuidarlas como un aliciente suficiente para seguir mi cometido. Tanto es la obsesión que he olvidado vivir para mí.

- Prometo que volveré – les digo besando sus manitas que agarran las mías con fuerza. – Y os prometo que pronto estarán con mamá.

Tras agarrar las mochilas de las niñas y llamar a un remis, nos dirigimos a la casa de mis padres. 

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora