--- Extra Capítulo 41 ---

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Pvo Camila

Una vez que salimos de la terminal y recogimos las maletas, dos grandes furgonetas de color negro nos esperaba a las puertas del aeropuerto para llevarnos al hotel de este primer destino.

Lo cierto es que nunca había visitado Chile, en concreto Santiago. Supe que para Benjamín no era la primera vez que visitaba el país. Ya ha organizado algún concierto en los inicios de su carrera y tuvo un par de giras para firmar discos. Para mí, todo era nuevo. Absolutamente nuevo. No acostumbré a viajar mucho ya que mi vida no fue lo suficientemente buena para ello. Los únicos viajes que había realizado fueron a causa de la enfermedad de mi hermano con el objetivo de encontrar un tratamiento para su cáncer y la mayoría de ellos no fueron más allá de nuestro país natal.

La oportunidad que ahora me daba Benjamín es única. Siempre he soñado por conocer cada rincón del mundo y empaparme de la historia que me rodea. Además, esta gira ha surgido en el momento perfecto, en nuestro mejor momento. Con Benjamín, las cosas van de maravilla y este viaje supone un paso más en nuestra relación. Hemos sufrido mucho, cada uno a su modo y llevándolo como buenamente podíamos. Sé que he fallado, he fallado a todos, pero he resurgido de mis cenizas y eso me haces más libre. Libera ese dolor que de a poco va aflojando. Sé que nunca sanaré, la pérdida de un hijo es lo suficiente dura para poder borrar esa herida. Siempre quedará ahí, como una huella, como esa herida de guerra; pero viviré con ella. Me acostumbraré con ella, aunque siempre estén esos "y si..." que suelen martirizarnos de vez en cuando.

Como digo, es una nueva oportunidad. Los nervios están a flor de piel y es que es la primera vez que veré a Benjamín encima de un escenario. Nunca he disfrutado de ninguno de sus conciertos, la causa principal es porque nunca he seguido su carrera. No es que no me guste su música, todo lo contrario porque me encanta, pero mi vida era lo suficientemente aburrida y monótona antes de conocer a Benjamín. Así que tengo muchas ganas que llegue mañana para verlo cantar en el escenario. Por lo que me informaron, me situaran en una zona reservada para que pueda disfrutar del concierto sin altercados. Benjamín me ha prometido que, a pesar del carácter de este viaje (puramente profesional), organizaría salidas para ambos. Que no me dejaría sola en ningún momento. Yo no quiero ser un estorbo, sé que éste es su trabajo, pero me alivia saber su interés por pasar tiempo conmigo. Dice mucho de él.

Llegamos al hotel y no puede ser más impresionante. El Mandarín Oriental de Santiago es un hotel increíble. Es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad renovado con los últimos detalles más lujosos enmarcándose por la espectacular cadena montañosa de los Andes. Seguro que tienen unas vistas a la ciudad impresionantes.

Nos acercamos a la puerta de entrada y un botones nos espera para cargar nuestras maletas en uno de esos carritos típicos de las películas. Benjamín agarra mi mano y seguidos de todo su equipo nos adentramos en el hotel. Si el exterior es majestuoso, la decoración interior es aún más. Los techos altos y esas cristaleras enormes que rodean todo el hall dan muchísima iluminación al interior. A lo largo de todo el vestíbulo se dispersan conjuntos de mesas y sillones que ofrecen ese confort que tanto apetece después de un vuelo o visitar la ciudad.

⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora