Después de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor.
Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...
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Si digo que no dormí en toda la noche, no miento. Y no precisamente por el hecho de que Camila y yo hiciéramos el amor en más de una ocasión, que también, pero había organizado la gira de mi vida y solo pensar que Camila iba a compartir conmigo cada momento de ella... Estoy más que frenético. Necesito que salga todo a pedir de boca. Quiero que sea perfecto.
Coco me mandó un correo electrónico con el modus operandi para mantener a mi familia a salvo cuando comience el operativo con Rodríguez. Lo cierto que no pensaba que Coco llegaría ayudarme, ni tan siquiera que se le ocurriese un buen plan, pero me equivoqué y lo había planificado todo a la perfección para que nada saliese mal. La primera fase es la gira, me llevaría a Camila y él se quedaría al mando con Rodríguez. Me informaría de todos los avances y de cualquier imprevisto. Solo tuve que prometerle que ni me inmiscuiría ni pensaría lo suficiente en ello, solo para que Camila no llegue a sospechar nada. La segunda fase es la vuelta de la gira. Coco me pidió que organizase algunos eventos post gira. Esos eventos sería la tapadera perfecta para ausentar por unos días. No levantaría sospechas entre mi familia ni amigos. A primera hora de la mañana, le dejé un mensaje a Estela, mi secretaria y novia de Nacho, para que me cerrara unos tres o cuatro días en mi agenda tras la vuelta de la gira. La tercera fase corresponde con el día del asalto, al que ya tenemos fecha y hora de encuentro aproximada. Ese día también se organizará la Baby Shower de Micaela. Es una excusa perfecta para que Camila, mi madre, mi hermana e incluso las niñas asistan. Coco no participará en el operativo, así se lo exigí. Soy consciente de los peligros a los que nos enfrentamos y no estoy dispuesto a que mi amigo le pase nada malo, y más cuando está esperando a un bebé. Ese bebé tiene que conocer a su padre, por muy cabezón e idiota que sea su padre. Por lo tanto, yo no asistiría al Baby Shower porque casualmente tendré una reunión importante para negociar mi nuevo disco, después tendré que grabar unos cuantos spots publicitarios con las marcas que pagan la gira y, más tarde, tendré una supuesta reunión con una nueva estrella que queremos lanzar en la productora.
Todo está lo suficientemente estudiado para que nada falle. Incluso a Nacho, mi socio de la productora, se le ha mentido para que todo sea lo más creíble posible. No podemos dejar ni un solo cabo suelto y si hay que mentir hasta el mismísimo Papa Francisco lo íbamos a hacer. Tiene que salir bien, por nuestro bien debe salir bien.
La investigación iba en su curso. Comprobamos que ese lugar era el escondite de La Elite, el mismo donde tenían escondido a Mariano. Además, encontramos la relación de esos tíos con mi ex cuñado. Mariano financia los gastos de las operaciones delictivas de La Elite. La misión de La Elite es desenmascarar a los altos cargos que, como ellos han cometido irregularidades o han utilizado su poder en su propio beneficio. Visto de esa manera, parece que son como unos tipos de vengadores de la justicia, pero no es lo que parece. Sus técnicas de tortura y sus formas de matar son despiadadas, sin contar que los echaron del cuerpo por utilizar precisamente su poder para actos criminales. Además, el propósito del grupo es obtener el poder y si lo llegan a conseguir la justicia estaba más que perdida con tipos de ese calibre. A pesar de que nuestro objetivo es Mariano, no podemos obviar la peligrosidad de este grupo que lo protege. Sin Mariano no hay financiación y sin financiación no obtienen su objetivo. Por lo tanto, no solo nos enfrentamos a Mariano, sino que también nos enfrentábamos a La Elite.
