PVO COCO
- Tiempo muerto – exclamo a pleno pulmón. – Os lo suplico pequeños terremotos, necesito un descanso.
Me agarro de la alfombra como si fuese mi única salida, mi único escape. Y es que me tienen rodeado. Una me tira del pie y la otra de la cabeza. Parece que quieren acabar conmigo porque esto de juego no se le parece ni por asomo.
- Un poquito más.
Esa es Mía. Sí, la chica dulce, cariñosa y con ojos de corderito. Sí, de corderito malvado. Me ha tirado del pelo, me ha dejado la espalda como un cromo saltando encima de mí... Esta niña no es buena, ni queriendo. Y bueno, la otra es para echarle de comer a parte. Es Hidra, más mala que un dolor. Cuando te mira con esos ojitos azules intensos y sin brillo y se le forma esas tres líneas rectas en la frente, es que una idea maquiavélica le ha surgido en su cabeza y está dispuesta a llevarla a cabo. Me ha maniatado, me ha tirado huevos y una maceta. No exagero, ha ocurrido tal cual. Estas niñas no son ni medio normales, están para encerrarlas.
- Por favor, os lo imploro. Un descansito, please...
El timbre de la puerta de casa suena. Es el sonido más bonito que he podido escuchar en las horas que llevo de cuidador de estas monstruitas. ¿Quién me manda a mí aceptar esta locura? Está claro, lo sumamente buen amigo que soy.
- Vuestro padre – canturreo.
Sonrío de lado cuando observo a las niñas que se apartan de inmediato. Juntan sus puñitos y lo sitúan en medio de su cara como si eso fuese una buena opción para ocultarse. ¿Cómo es posible que esa imagen me enternezca, después de la tarde que me han dado? Vale, admito que yo de pequeño fui igual de trasto que ellas.
Me levanto con dificultad. Estoy hecho polvo, soy un cuadro me mire por donde mire. Hago contacto visual con las niñas y les hago un gesto equivalente a "os vigilo". Las niñas automáticamente se esconden tras el sofá.
- ¿Qué te ha pasado? – pregunta Luisana mirándome de arriba abajo en cuanto abro la puerta.
Si, efectivamente soy un cuadro. Tengo abono de la maceta enredado en mi pelo, cáscaras de huevos que se deslizan con el liquido amarillento sobre mi camiseta...
- Pues...
- ¿No es evidente? – interrumpe Morita. – Tiene la firma de Allegra y Mía – Mora apretuja mi moflete con mucho cariño. – Niñas, le debéis una explicación a la abuela... - exclama haciéndose hueco entre la puerta y yo y entrando a casa con total confianza.
Luisana se apoya en el marco de la puerta y resopla cansada. Lleva en sus manos unas bolsas y las deja caer. Alzo las cejas concentrándome en la expresión de su rostro. No es solo cansancio, le pasa algo más.
Recuerdo la conversación con Benjamín. Puede que pase algo y lo haya pasado por alto. Puede que Luisana esté ocultando algo importante. Es que los Rojas son demasiados complicados.
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⫷Resurrección⫸ {Saga Vivir o Morir}
FanfictionDespués de "Vivir o Morir", llega la segunda parte de esta historia de lucha, aprendizaje y amor. Benjamín Rojas es un cantante de éxito que la vida lo pone en su lugar en el momento culmen de su carrera. En ese instante, conoce al que será el amor...