Iskender AgaLos soldados aún apuntaban a Erkan y Burak en el suelo. Iskender estaba molesto por lo que ocurría, eran sus hermanos, y los estaban tratando como viles ladrones. Había exigido que se retiraran y los liberaran, pero ellos solo seguían las órdenes del Príncipe Mehmed, era quien mayor rango tenía en el lugar. Sintió que se estaba vengando al humillarlo de esa manera.
Gokhan había aparecido. Estaba de pie junto al príncipe y miraba a Iskender de reojo, era primera vez que se veían después de lo ocurrido en la arboleda.
–Que ellos sean mayores que tú. —Mehmed comenzó a hablar. –No significa que sean más listos. ¿Por qué creerían que esto es suficiente?
Había arrancado la pequeña bolsa de monedas desde el cinturón de Erkan. Miraba con desprecio la bolsa mientras la sacudía con dos dedos. Se estaba burlando de las intenciones de liberar al aga.
Bajó su cabeza en silencio, el príncipe parecía estar disfrutando la situación.–No hay necesidad de tanta crueldad, príncipe. —Iskender habló con tristeza.
–No me hagas hablar sobre lo cruel que has sido con mi hermana. ¿Reconoces eso? —Le preguntó Mehmed a Iskender. Se quedó callado por unos segundos.
–Claro que no. No puedo reconocer una crueldad que no existe. —Respondió finalmente.
–Entonces, ahí tienes tu respuesta.
Se desconcentró por un momento, mirando el rostro del príncipe. Estuvo mirándole las cejas, bajó a su nariz, pasó por sus pestañas y luego a sus labios. Era un joven bastante masculino, pero su rostro tendía a tener rasgos, que para Iskender, resultaban bastante delicados en comparación a su mal carácter y agresividad. Se dio cuenta de lo que estaba pensando y creyó que se trataba de una forma de lidiar con el estrés del momento.
Regresó a la realidad con los gritos de Erkan hacia Mehmed. Lo estaba maldiciendo y lo insultaba por su arrogancia.
El príncipe lo miraba despectivo, se regresó hacia Gokhan e intercambiaron miradas de complicidad y luego miró a los hermanos de Iskender.–¿Intentan ser candidatos a ejecución? Van por muy buen camino. —Mehmed se burlaba. Le hizo un gesto a los jenízaros y ellos alistaron sus espadas.
Iskender no sabía si lo que ocurría frente a sus ojos era cierto o no, pero no tentaría al destino. Había dado apenas unos pasos hacia el príncipe, tenía intención de rogarle y suplicar piedad por sus hermanos, pero un grito llamó la atención de todos desde atrás de ellos.
La Sultana Ayse caminaba furiosa en su dirección.–¡Nadie tocará a los hermanos de mi esposo, Mehmed! ¡Soldados, retiren sus armas ahora mismo! —Acortó la distancia y se puso frente a Mehmed. –No te atreverías a hacer tal cosa.
–¿Piensas desafiarme? —Mehmed le respondió altanero. Ayse lo miraba fijo.
–Ellos hablarán con mi madre. La Sultana Kösem los está esperando en sus aposentos. —Ayse le habló a los jenízaros. Ellos dudaron en seguir la orden y se miraban entre ellos.
Finalmente retiraron sus espadas y retrocedieron varios pasos. Mehmed apretaba la mandíbula con molestia. Se sentía irritado por la desautorización que acababa de darle Ayse frente a todos.
Los hermanos de Iskender se levantaron del suelo mientras miraban a Mehmed con cierta burla en el rostro. Iskender se abalanzó sobre ellos y los abrazó con fuerza. Los tres se unieron en un solo abrazo y se hablaban al oído, Ayse alcanzaba a escuchar el cómo agradecían haberse vuelto a encontrar. Los príncipes Murad y Bayezid habían cambiado su expresión de temor, a alegría, estaban contemplando con una sonrisa en el rostro el reencuentro de los hermanos.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...