Príncipe Mehmed.
Es bastante temprano, a pesar que estamos sobre una colina, aún así el Sol se ha tardado en aparecer, y es como si nunca fuera a hacerlo, pareciera ser que planea ocultarse todo el día y me da una oscura sensación de que ya no sería día nunca más, seria una noche eterna y no logro quitar esos absurdos pensamientos de mi cabeza.
¿Una noche eterna? No tiene sentido pensar en todo eso cuando se alumbra entre mis ideas y recuerdos todo el caos que se viene encima. He estado en el mar solo un par de veces, pero se me viene a la mente la visión de una enorme ola directo hacia nosotros, y sin poder movernos.
Todos asumimos siempre que la oscuridad es mala, pero siempre Iskender y yo hemos logrado nuestros mejores momentos en la oscuridad de la noche, y a veces también los peores, pero prefiero descartar eso último y quedarme solo con lo bueno. A eso me aferraré a partir de ahora.
Intentar ser positivo dentro de toda la mala situación, es una habilidad que trato de conseguir a la fuerza ya que no la obtuve de nacimiento.
Iskender se encuentra dormido bajo las mantas, a pesar que le cubren solo hasta la cintura, no noto que sienta el frío de la mañana. Me levanto hasta el mueble y recojo otra manta que posiciono sobre la piel de su espalda para evitar que se enferme.
No es hasta que los primeros rayos de luz, llegan a la ventana, que él abre sus ojos y se sienta en la cama. Lo veo sin decir una palabra, y se levanta lentamente.
De manera pudorosa evito mirarlo y aparto bruscamente la mirada de su cuerpo mientras se viste, pareciera ser que él lo nota ya que sus cejas se contraen levemente.
–Puedes venir a comer. —Lo invito.
Esas palabras salen apenas de mi boca. No comprendo qué es esta incomodidad dentro de la cabaña, anoche él y yo llegamos a un punto de confianza, en el que jamás habíamos estado, y que nunca habíamos pensado que existía.
Ambos comemos en la mesa, cada uno en un extremo, haciendo solo el ruido de los alimentos siendo ingeridos y el agua siendo bebida.
–¿Planeas regresar hoy al Palacio?
—Pregunta serio.–Sería prudente hacerlo. —Me silencio unos segundos. Él solo se queda viéndome.
–Mustafá tomó el Trono, él es el Sultán ahora.Comemos otro poco en silencio. Me levanto a servirle un poco de té y regreso a la mesa.
–¿Mehmed?
–¿Si, Iskender?
–¿No vamos a hablar de lo sucedido anoche?
–No tenía en mente hacerlo, Aga.
–¿A caso estamos peleados?
–Creo que es la incomodidad de cómo hicimos las cosas ayer, tú estabas ebrio y dijiste muchas cosas.
–¿Te molestaste, Mehmed?
–Si hicimos, lo que hicimos en esa cama, fue por que tú estabas cegado en hacerlo con esas mujeres de la cantina.
–¿No estabas de acuerdo? Ninguno fue forzado a algo que yo recuerde, te dejé tocarme y tú también lo hiciste.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...