Príncipe Mehmed.
Nos hallábamos comiendo en el Harén, mi Madre intentaba que algunas concubinas de mi Padre me bailaran para que yo decidiera, afortunadamente Alá me liberó de esa situación tan incomoda.
Uno de los Agas hizo ingreso al lugar y él le susurró a mi Padre al oído, se levantó seguido de mi Madre. Al ver esa situación los seguí y Jennet a mí, caminamos por los pasillos y llegamos a las escaleras que dan a la Torre De La Justicia, la reconstrucción de aquella Torre en la que alcancé a encontrarme con Iskender un par de veces, nuestro refugio. Mismo lugar en el que Gokhan perdió la vida.
Una vez ya arriba, mis Padres se asoman por el balcón viendo hacia el Jardín Imperial. Jennet y yo nos ubicamos detrás suyo.
La Sultana Safiye se acerca caminando a los guardias en la entrada, vistiendo una larga capa dorada usando la capucha sobre su cabeza.
–¡Abran la puerta! He venido a hablar con Sultán Ahmed. —Se alcanza a oír su voz decir esas palabras desde allá abajo.
–Sultana, es imposible, usted tiene prohibida la entrada a este Palacio. —Responde el guardia.
–Entonces infórmale que no iré a otra parte sin que él escuche lo que he venido a decirle.
Acto seguido de sus palabras ella retrocede caminando en dirección contraria, siendo flameada por el viento y cegada por la luz del Sol, sentándose sobre sus rodillas con vista a las grandes puertas del Palacio Imperial.
–¿Escuchaste? —Habla mi Madre. –Dice que no se irá hasta hablar contigo.
–Pues que espere. —Responde el Sultán con tono de molestia llenando cada rincón del cuarto. –Tengo otros asuntos de los que encargarme. —Voltea a ver a Jennet. –Supe que la semana pasada llevaste a Mehmed a la Fortaleza Rumelí, ¿Tienes algo que decir Jennet?
Todos quedamos helados ante su fría y molesta mirada, Jennet titubea y no sabe qué responder, dice palabras sinsentido y luego se retracta y contradice. Por lo mismo decido intervenir.
–Padre, yo la obligué. —Digo viendo el suelo.
–Tú te callas, la que está en problemas aquí es ella.
—Mi Madre da unos pasos quedando frente a él.
–Enviaste a Iskender a la Fortaleza Rumelí, ¿Qué vas a hacer con él? ¿Vas a perdonarle la vida?–¿Por qué todos están empeñados en defenderlo? —Dice mi Padre, calmando su enojo de a poco.
–Escucha Ahmed, Jennet llevó a Mehmed por que él se lo pidió, era mejor eso a que él fuese sólo hasta allá. —Mi Madre comienza a hablar. –Iskender no sabía que las medicinas estaban envenenadas, él insiste en su inocencia y que no nos ha traicionado, no he visto alguna falta de su parte hasta hoy, él ayudó a Mehmed en más de una ocasión y también a Ayse, si nos hubiese querido dañar ya los habría lastimado a ellos, a nuestros hijos, que son nuestros tesoros más valiosos, son hijos de la Dinastía, hijos del Imperio más grande del mundo. Iskender es confiable y leal Ahmed.
–¿Estás tan segura Kösem?
–Piénsalo Ahmed, tengo buenas referencias de Iskender, mi hijo lo estima.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...