"Charla Nocturna" (2x19)

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Tarkan Iskender Aga

Meleksima se veía muy molesta viéndome, tal vez deberíamos hablar.

   –Claro que estaba molesta, tú eras quien brillaba con esa vestimenta y la daga, y no Osmán. Te veías muy atractivo.

   –Estoy hablando con seriedad, Mehmed.

Estaban entrando en los aposentos del Príncipe Mehmed. Abrieron las puertas y se separaron, uno fue hasta la puerta del balcón y el otro se quedó junto a la cama. Mehmed se volteó y lo quedó viendo fijo mientras el viento le sacudía el cabello, entró de regreso al cuarto y cerró las puertas del balcón. Ambos se miraban serios.

   –De acuerdo, Iskender, lo siento. Ella te veía molesta, ¿Y qué? —Levantó las cejas. El aga lo miraba aún serio. –Oh, lo siento mucho, quise decir Tarkan, el fuerte y valiente Tarkan. Qué dirían si supieran que solo eres un niño asustado.

   –¿Te estás burlando de mí? Me afecta lo que ocurre Mehmed, no estoy bien como para escuchar tus bromas. Meleksima es mi amiga, no sé cómo ocurrió todo tan rápido como para que se rompiera nuestra amistad, es de cierto modo, frustrante.

   –Era tu amiga, lo era, en el pasado. No olvides la pelea de hace unos días. ¿Puedo decir algo más? Osmán pretende vivir el resto de su vida con ella, espero lo tengas claro.

   –¿Qué con eso? —Le preguntó con el entrecejo apretado. –Cuida lo que vas a decir.

   –¿Te gusta Meleksima Hatun?

Tarkan Iskender se quedó petrificado ante la pregunta del príncipe. No supo qué responder, sabía que no era así pero le sorprendía que él creyera eso.

   –¿Y a ti? Te recuerdo los problemas que tuviste por eso. —Le respondió molesto.

   –No seas insolente, aga, solo era una pregunta. —Se cruzó de brazos.

   –Cómo puedes ser así conmigo, ¿Estás celoso de que Osmán y yo seamos más cercanos a ella de lo que tú jamás lo fuiste?

No midió sus palabras y dejó salir esa oración de golpe. El príncipe lo miraba ofendido, por dos cosas: no saber si a Tarkan le gustaba ella, y por la agresiva reacción de su aga.

   –Tranquilo, yo solo estaba jugando contigo, no debes ponerte así.

Negaba con la cabeza en silencio y con el ceño fruncido. Se quedaron así por unos minutos, hasta que Tarkan tomó la iniciativa para cambiar de tema.

   –Siento que no me la merezco. —Rompió el hielo señalando la daga encima del mueble.

   –Puedes dármela, puedo darle un muy buen uso cuando salga de cacería. —Mehmed fingía estar atacando un animal. –Oye, a todo esto, ¿Dónde está la daga que te regalé?

–Deben haberla desechado, junto a todas mis cosas cuando me expulsaron, ¿Ya lo olvidaste?

   –Jamás podría olvidarlo, solo no recordaba algunos detalles, ha pasado un tiempo desde aquello.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora