Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)

"La Colina Del Sultán" (6x21)

Príncipe Mehmed.

Berker llegó hasta la Colina, siguiéndome supongo, y se sentó a mi lado, con sus manos apoyadas en sus rodillas y entrelazando sus dedos una y otra vez con notable ansiedad. De vez en cuando cruzamos miradas en silencio y luego nos apartamos.

   –¿Te encuentras bien? —Le pregunto. Él niega con la cabeza. –¿Quieres contarme? Aun que ya sé de lo que se trata, podemos conversarlo.

   –Sentí rechazo hacia ti, Mehmed, luego de lo sucedido en el tejado... —Baja la mirada al suelo y suspira profundo. –Lo lamento por lo sucedido, no quería que tuvieras esa imagen de mi, me asusté y quise callarlo, que nadie supiera nuestro secreto.

   –¿Nuestro secreto?

   –Sabes bien de lo que hablo, te sucede lo mismo que a mí.

Sin pronunciar una sola palabra me limito a pestañear y verlo de frente. A veces me distraigo viendo sus facciones, su pequeña nariz, sus labios rojizos, pero siempre vuelvo a la realidad, a la fría conversación que estamos teniendo.

   –Sé bien a lo que te refieres, acabas de confirmar que tú también sientes eso. Latidos acelerados, mejillas ardientes y manos sudorosas.

   –¿Está mal lo que sentimos, Mehmed?

   –Si. —Respondo tajante. –Le debo respeto a Tarkan Iskender, él es mi chico, no tú.

   –Sin embargo no dejas de pensar en mí.

   –Lo sé.

   –Así como yo tampoco dejo de pensar en ti. Eres lo mejor que me ha sucedido, y estaba muy contento, te prometo que tenía intención de cambiar y olvidar mis objetivos, planeaba olvidar el por qué hago lo que hago, y las cosas que he hecho...

Su tono de voz cambia bruscamente. Su seriedad y sus mejillas apretadas me provocan nerviosismo, incluso podría decir que siento miedo.

   –¿Las cosas que has hecho...?

   –Para sobrevivir he hecho cosas malas, me hice una promesa hace mucho y debo cumplirla, se la debo a mi familia, pero también tengo necesidades, no todo es planificar y actuar, y yo a veces me involucraba con chicos del Cuartel para satisfacerme, ya que las mujeres de la Cantina no son de mi gusto, para nada... Pero llegaste tú a mis ojos, en los entrenamientos intentaba resaltar para que me vieras y soñaba con que me escogieras para ser de tus practicantes en el Palacio, pero jamás me viste y me frustraba la idea. Me limitaba a pensar en solo ser tu apoyo y luego cumplir mis planes y objetivos, pero en el momento que descubrí que te atraen los chicos, como a mí, todo cambió y mi mundo se iluminó.

Niega con la cabeza y se seca los ojos. Me sonríe con desgano y acaricia mi mejilla con su manos.

   –¿Por qué me estás diciendo todo esto?

   –En estos pocos días me enamoré de ti, Mehmed, tú eres mi Príncipe y te debo toda mi lealtad, pero no puedo olvidar mi deuda solo por ti, mi familia vale más que mi amor por ti.

   –¿Tu familia?

Berker se queda callado con la mirada fija en la tierra. No puedo más con mi nerviosismo y me levanto del suelo para caminar hasta el árbol, él me sigue de cerca.