"Un Refugio Para Dos" (2x10)

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Príncipe Mehmed

¿Qué has hecho los últimos días, aga? —Mehmed le preguntó a Gokhan Aga mientras le servían el desayuno.

La conversación con Iskender la noche anterior en la Torre de la Justicia, había sembrado la duda sobre la confiabilidad de Gokhan con el príncipe. Mehmed quería sorprenderlo en alguna mentira, para terminar de convencerse.

Vivía constantemente con la amargura y una pesadez en su pecho. En ocaciones se sentía sobrepasado. A pesar de ser un príncipe de la dinastía, no se sentía parte de ello, toda su vida creyó que su madre apreciaba a Osmán mucho más que a él, que era su hijo de sangre.

Cuando niño pensaba en que sus únicos problemas serían ser respetado por el ejército de jenízaros, o aprender a tener coordinación al luchar cuerpo a cuerpo. Nunca pensó en que su propia familia lo fuese a perjudicar.

Estaba sentado junto a uno de sus más grandes traidores. Gokhan era quien más lealtad le juraba, de su boca salían infinidades de halagos y cumplidos sobre Mehmed, y constantemente le remarcaba que era su fiel confidente. Cuando el príncipe recordaba sus palabras, solo sentía asco.

Tenía las dudas sobre su futuro, sobre cómo moriría, si tal vez sería de vejez, o quizás envenenado, o apuñalado. Habían muchas formas en las que podría perder la vida y no podía evitar tener una tormenta de pensamientos en su cabeza.

¿Mehmed me estás oyendo? Te estoy explicando lo que hago cuando no te acompaño, pero nada de atención has puesto en mí, es como si estuvieras en las nubes.

–Basta Gokhan, ambos nos hablamos de tú a tú sólo en presencia de Iskender y los demás, para fastidiarlo a él y que los demás sepan que somos cercanos, pero de aquí en adelante, ya no hay más de eso cuando estemos solos, tu y yo, así que por favor demuéstrame respeto, no te sobrepases.

Al príncipe nunca antes le había incomodado que Gokhan lo tratase con tanta cercanía, lo había regañado sin pensar en sus palabras y se arrepintió de inmediato, no quería levantar sospechas, y mucho menos alejar a Gokhan.

¿Acaso te molestó algo de lo que dije, aga? —Le preguntó con voz calmada. Negó con la cabeza y miró el suelo en silencio.

Se levantó de la mesa dejando a Gokhan solo. Caminó hasta las ventanas de su balcón, y con sus manos tras la espalda miraba el pueblo en la distancia.

Estaba recordando en aquel día cuando Iskender lo detuvo de saltar desde la baranda, y le prometió ser su amigo, compañero y leal confidente. Mehmed estaba realmente convencido de quitarse la vida, y creía que Iskender no era consciente del gran impacto que sus palabras le habían causado.

El día estaba despejado, el cielo estaba celeste. La primavera ya se dejaba ver y Mehmed había tenido la idea de comer a medio día en el jardín. Se volteó para ordenarle a Gokhan que le avisara a la Sultana Kösem sobre su idea, sabía que su madre aceptaría. El príncipe se detuvo al mirar el papel y la pluma encima de su escritorio, tuvo una idea.



Caminaba rápidamente por los pasillos. Para ese momento, Gokhan debía estar en los aposentos de la Sultana Kösem, y no debía enterarse que él estaba yendo al harén.

Iskender le había mencionado que solo confiaba en Hatchi Aga y en Jennet Kalfa. El príncipe había tenido la idea de comunicarse con Iskender mediante cartas, entregadas por los dos ya mencionados sirvientes del palacio. Era un método un poco arriesgado, pero cualquier cosa era mejor a que los viesen conversando directamente en los pasillos.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora