"Inicio De La Guerra" (2x23)

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Tarkan Iskender Aga

Un mar de personas se movilizaba por las calles de la capital. El comercio estaba en su punto máximo de demanda, todos compraban y paseaban viendo las nuevas mercancías que acababan de bajar de los barcos en el puerto.

Tarkan estaba mirando un puesto de muchos juguetes para niños, de diferentes tamaños y formas, cosas que jamás pensó que existirían. Toda su infancia la pasó jugando con palos y piedras, habían sido muy pobres en comparación a la infancia de los príncipes en el palacio, pero él fue muy feliz junto a su familia a pesar de las carencias.

Caminaron por muchos pasajes diferentes, incluso frente a las cantinas y burdeles, Tarkan desvió la mirada con mucha incomodidad ante las mujeres que lo invitaban hacia el interior. Mehmed se reía cada vez que lo miraba, pues era un pasaje bastante largo.

   –¿Recuerdas esas escaleras? —Mehmed señaló con el dedo.

Estaban de pie frente al lugar en el cual habían luchado contra un grupo de ebrios. Ambos sonrieron al revivir ese momento, había sido muy ameno a pesar del ataque. Fue aquel día en el que el príncipe le obsequió su daga con el nombre inscrito en el puñal. Misma daga con la que lo había defendido de Osmán esa mañana.

Un misterioso hombre con capucha apareció de la nada. Tarkan llevó su mano hacia la funda de su daga como respuesta involuntaria ante el temor de que algo pudiese suceder.
El príncipe se acercó al sujeto y le recibió una pequeña caja con detalles dorados, se veía pesada.
El sujeto se fue del lugar sin decir una sola palabra. Mehmed se acercó a Tarkan y le enseñó la caja.

   –Toma Iskender. —Le sonreía con orgullo. –Es por esto que vinimos hoy.

   –¿Un regalo?

   –Si, todo tuyo.

Estaba inclinado para mirar el contenido, se encontró con un brillante anillo con letras grabadas.

"Larga Vida Tarkan Iskender Aga,
Valiente y Protector"

   –Fue fundido en Egipto, hecho para ti, y a tú medida.

   –¿Y cómo sabías cuánto mide mi dedo? —Tomó el anillo lo puso en su dedo.

   –¿Para qué crees que te tomaba tanto de la mano? Era la única forma de saberlo. —Soltó una carcajada.

Sintió una decepción inmensa ante su comentario. Creyó que era una muestra de cariño el tener contacto piel con piel, mano con mano. Disimuló lo que sintió y contemplaba el anillo.

Comenzaron a caminar por el pueblo mientras los guardias del palacio los escoltaban. Mehmed le hablaba sobre cómo era Egipto y sobre las guerras ocurridas. Sintieron el olor a pan recién horneado y vieron los pasteles enfriándose en las ventanas de las panaderías de esa calle. Se estaban aproximando a la plaza pública.

Veían un montón de personas reunidas alrededor de unos ladrones exhibidos. Los habían ahorcado, pero no podían verlos bien por toda la gente apedreándolos. Mehmed esquivó un par de piedras que iban directo a su cabeza.

   –¿Siempre exhiben así a los delincuentes? Me da escalofríos verlos muertos allí. —Dijo Tarkan agachándose un poco y acelerando el paso.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora