Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)

"Campamento" (5x09)

Príncipe Mehmed.

Nos acomodamos para dormir luego de haber comido junto a la fogata.
De un lado tengo a Iskender y del otro a Bulent, quien a su vez tiene a Yigit junto a él.

–¿Cómo agrandaste la carpa Bulent?
—Pregunta Iskender. –Eran dos, para dos personas cada una.

–Lo aprendí en el campamento previo a ser aspirante. —Dice su voz de niño. –Si algún día Alá nos encaminaba, podríamos dormir con chicas aquí y nadie lo notaria.

—Comienzo a reír. –¿Chicas? ¿Dentro del cuartel de Jenízaros? Es prácticamente imposible. Por cierto, ¿Cómo lo hacen?

–¿Cómo hacemos qué? —Responde sin entender. Yigit se une.

–Bulent, el Príncipe se refiere a cómo lo hacemos si no hay chicas entro del cuartel.

–Oh, ya comprendo... Bueno... Simplemente no podemos, ¿Sabes por qué no me sorprendí al ver el beso entre ustedes? —Me señala y luego a Iskender. –Por que en el cuartel ya lo he visto antes.

–¿En el cuartel hay Agas que hacen lo mismo que nosotros? —Pregunto confundido. Bulent piensa en una respuesta y finalmente habla.

–Claro, es imposible que veamos chicas, de alguna forma se desahogan. Pero sobre todo sucede de parte de superiores.

–¿Superiores?

–Sí, Príncipe. —Responde Yigit. –Los aprendices a veces van con los aspirantes, y desaparecen un buen rato.

–¿Pero ellos están de acuerdo? —Digo horrorizado. Me dirijo a Bulent. –¿Hay superiores que hagan lo mismo? Jefes de Jenízaros.

–Muchos de nosotros, no nos gusta ser visitados por los aprendices, pero no tenemos opción, o es eso, o nos expulsan del cuartel.

–¿Qué dices? —Me levanto un poco y me dirijo al pequeño. –¿Te han obligado? ¿Es inaceptable, estoy totalmente decidido a ponerle un punto final a eso.

–Yo ya me estoy acostumbrando. —Dice resignado. –Cuando lo ví a usted, un Príncipe, y al señor Tarkan, comprendí que sucedía algo similar.

–No, no, no. —Intento explicar. –Con Iskender, nos vemos seguido, si, pero todo es voluntario, digo, ambos lo queremos así.

—Yigit se levanta levemente para alcanzar a verme.
–¿Y cómo comenzó todo? ¿Cómo pueden llegar a saber que otro chico le gusta sin acabar golpeado?

Lo medito unos segundos.

–Iskender llegó como mi confidente al Palacio, me lo obsequiaron. —Ambos me sonríen con extrañeza. –Y nos hicimos muy cercanos, él sabe mis secretos, me protege, me cuida en enfermedad y me defiende de los traidores, es un compañero de vida, más que un esclavo o cualquier título o cargo.

–Es una historia digna de ser una novela.
—Bulent ríe. –Espero algún día conocer el amor.

–Es duro, y muy difícil mantenerlo, es como si la vida intentara alejarlo de ti, y tú deberás luchar con todas tus fuerzas para sostenerte.