Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)

"¿Osmán o Mehmed?" (1x07)

Iskender Aga

Era pasado medio día. Iskender Aga y el príncipe Mehmed se encontraban en los aposentos. Estaban en silencio mirando a la nada. Iskender fue el primero en intentar romper la tensión.
La sultana Kösem los había regañado cuando los escuchó faltarse el respeto mutuamente. Condenó severamente la situación y les exigió que no volviera a suceder o habría consecuencias.

   –¿Está enojado, príncipe?

   –Para cualquiera que te lo pregunte, yo fui quien te autorizó a salir con Osmán. No quiero que crean que no me respetas. —Dijo estando de espaldas a él.

El príncipe estaba sentado mirando por la ventana. Se inclinó hacia el respaldo de la silla y suspiró con pesadez, cerró sus ojos con fuerza. Iskender percibió su frustración y se sintió culpable. Había estado toda la mañana con el príncipe Osmán sin avisarle a su príncipe, que de seguro estuvo buscándolo por todas partes.

   –Salgamos de este lugar. Vamos a caminar al jardín, le hará bien.

Aceptó en silencio, solo asintió con su cabeza y se puso de pie. Salieron juntos al pasillo y avanzaron hacia las escaleras en el fondo. Se cruzaron con la sultana Ayse. Iskender la reverenció y se hizo a un lado. Ella solo le sonrió.

   –Hola hermano, espero hayas pasado buena noche.

   –Todo bien, Ayse, al menos por ahora, ¿Tú estás bien?

   –Lo estoy. Quería hablar contigo sobre un asunto. —Le dijo en voz baja.

   –Iskender y yo planeábamos salir al jardín, acompáñanos.

La sultana Ayse era seguida por dos concubinas que la atendían en todo lo que necesitara. Tomó a su hermano por el brazo y caminaron por delante de todos. Iskender y las concubinas los seguían de cerca.

Pasaron por unas puertas anchas y subieron las escaleras. Al cruzar el pasillo salieron a un largo balcón, que hacia un lado daba hacia el harén. Iskender no tenia intención en escuchar lo que la sultana y el príncipe hablaban pero no podía evitarlo.

Concentraba su vista en las concubinas aseando el harén en el piso inferior. Se asomó por sobre la baranda y vio a Eycan Hatun, caminando junto a la muchacha rescatada del pueblo.
El príncipe Mehmed y la sultana Ayse se detuvieron a mirarla. Eycan y la chica se detuvieron y los reverenciaron mirándolos hacia arriba.

La mirada del príncipe estaba fija en la hermosa chica. Vestía ropa adecuada y una pequeña tiara, al parecer, la habían convertido en parte del harén. Todos pudieron darse cuenta de la intenta mirada de el príncipe Mehmed hacia el nivel inferior. Eycan Hatun se apresuró en continuar su camino junto a la joven.

El príncipe les sonrió nervioso y les hizo un gesto cordial con la cabeza. Ambas caminaron mientras lo miraban hacia atrás. La sultana Ayse le tomó el mentón a su hermano y lo miraba fijo.

–¿Todo bien? —Le preguntó de cerca. El príncipe tartamudeó un poco. —Mehmed.

–Si, Ayse, todo bien.

–A mi me parece que te enamoraste.

Iskender Aga no pudo evitar bajar la mirada ante su comentario. Sintió una extraña sensación en el estómago cuando escuchó la afirmación de la sultana Ayse. No supo darle una explicación o un origen a su sentimiento, pero le incomodó que la atractiva joven, llamara la atención del príncipe. Se mordía la lengua para no decir algo pero no pudo controlarse.