"La Citación del Sultán" (2x17)

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Iskender

A la mañana siguiente del desastroso incidente en la Torre de la Justicia, los escombros humeantes estaban en el jardín imperial. Después de horas intentando apagarlo, el sultán dio la orden de permitir que la estructura se consumiese por completo.

La torre había colapsado hacia un lado y derribado una parte del muro. Esperarían hasta el anochecer para comenzar a retirar parte por parte y dejar el terreno limpio y plano.

Decenas de ventanas de esa zona del palacio estallaron en pedazos con la explosión de los barriles. Iskender estaba de pie observando el desastre. No podía quitarse de la mente el recuerdo de la torre en llamas y el cielo anaranjado, lleno de cenizas encendidas.

Miraba el lugar en donde la sultana Ayse había aterrizado después de ser expulsada por la explosión. Estuvo pensando en que ella era solo una víctima más de toda la traición que intentaban cometer en contra del sultán Ahmed. Pudieron pensar que era tan sencillo como presentarse ante él y contárselo, pero no tenían pruebas. Las sultanas Halime, Dilruba y Safiye jamás asumirían su verdad.

Fue en ese momento que Iskender aga recordó que las cartas de Gokhan dirigidas a la sultana Safiye, se encontraban en algún lugar. Tenían escritas información verdaderamente importantes para el destino del príncipe Mehmed, contenían información falsa, pero no tendrían cómo probar lo contrario.

Se giró veloz para entrar al palacio y se estrelló contra su príncipe. Hizo una mueca de dolor y se tocó su brazo vendado.

Lo siento mucho, ¿Estás bien? —Le preguntó a Iskender.

Mehmed, las cartas de Gokhan, debemos evitar que la sultana las reciba. —Le hablaba con preocupación ignorando su brazo adolorido.

Todo está bien, tranquilo.

–¿Hiciste algo? —Preguntó ansioso.

–Claro que lo hice, estaban en su cuarto, dentro de su almohada. Las leí todas.

–¿Y? —Hizo un gesto con sus manos. Mehmed bajó la mirada y luego regresó al aga.

También te involucraba a ti, si alguien más las hubiese leído, ambos hubiésemos pagado un precio muy alto.

–La muerte.Sintió un escalofrío.

–Exacto.

–No logras darme tranquilidad aún, ¿Qué hiciste con ellas?

–Las quemé en la chimenea anoche, después que llevaron a Ayse a la sala de médicos.

–Las cartas ya no existen... es un alivio.

–Todo estará bien, pero no es el fin de todo esto.

–Lo tengo claro. —Se lamentó.



Más tarde, estaban sentados en el balcón de los aposentos del príncipe. A ratos se olvidaban de lo sucedido, incluso se permitieron tener risas a carcajadas, sin embargo no podían evitar recordarlo y enmudecerse nuevamente. Estaban muy ansiosos por los posibles interrogatorios que ocurrirían una vez que se dieran cuenta de las incongruencias.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora