Tarkan Iskender AgaEl silencio era espeso en los aposentos del príncipe, cortado solo por el leve crepitar de las llamas y su respiración frustrada.
El príncipe se encontraba sentado en una esquina de la cama, tenía la mirada fija en el piso, aún no lograba comprender lo que había sucedido. Junto a él, apegado hacia la pared se encontraba su aga, que rodeaba sus rodillas con los brazos y las apegaba a su cuerpo.
Estaba muy avergonzado y no se atrevió a decir una sola palabra. Abrió la boca un montón de veces para excusarse y pedirle disculpas, pero ninguna palabra salió.
Las manos del príncipe jugaban una con la otra, secándose el sudor con nerviosismo. Tarkan Iskender no lograba entender si estaba molesto o triste, el rostro del príncipe era inexpresivo, solo miraba hacia abajo.
Se inclinó para alcanzar a tocarle el hombro pero retrocedió en la cama, apenas perceptible, pero lo suficiente para dejar claro la distancia que quería establecer.
–Mehmed... —Se atrevió a hablar. –Yo... lo hice sin pensar, en serio lo siento.
–¿Creíste que hablabas con Gokhan? —No lo miraba. –Con él podías hacer esta clase de actos pero no conmigo Tarkan, yo soy un príncipe.
–Gokhan no tiene que ver en esto. —Respondió ofendido ante su remarco de estatus.
–Sin embargo con él hacías esto y más, en la arboleda del jardín. Lo pensé ese día y lo pienso ahora mismo, eres un traidor de las buenas costumbres de este palacio.
Tarkan no supo cómo sentirse ante eso, pudo notar cómo se formaba una distancia importante entre Mehmed y él.
–No me insultes Mehmed, yo estaba fuera de mis pensamientos, estaba alterado.
–No intentes culpar a tus hermanos por lo que hiciste, no te atrevas, yo solo quería cuidarte y consolarte, pero tú cruzaste una delicada línea que ni yo sabía que existía entre nosotros. Creí que éramos amigos, confidentes, yo te abrazaba y hasta dormías conmigo, tú eres el esposo de mi hermana...
–Basta Mehmed. —Lloraba en silencio. –En serio lo siento, no quise que te molestaras.
–Por supuesto que me molesta. —Había girado la cabeza y lo miraba de frente con las cejas apretadas. –Nos tenemos cariño y nos queremos, pero no de esta forma, te equivocaste enormemente y me involucraste.
–Yo creía que lo que sentía por ti podría ser normal, eres mi amigo y disfruto estar contigo, casi siempre me tomabas la mano y me recordabas lo feliz que te hago.
–Somos felices juntos por que somos amigos, y tu mano la tomaba por el anillo que te mandé a forjar, pensaste todo mal, que decepción me provoca vivir esta situación, jamás si quiera pensé que fuera posible.
–¿No piensas perdonarme? Ya te dije que lo siento, estoy lidiando con muchas cosas ahora mismo, tengo odio por Safiye y Dilruba, no sé qué hacer con ellas, y esta distancia colosal que acaba de formarse entre tú y yo me está lastimando mucho más aún.
–Por favor no me pidas alguna cosa por ahora, necesito pensar, no me encuentro en condición de ayudarte con tus hermanos por hoy, necesito que busques consuelo en otro lugar, no aquí, no conmigo, al menos por esta noche.
Se secó las lágrimas con la mano y se levantó de la cama. Suspiró buscando tranquilizarse, pero al mirar a su príncipe y la decepción en su rostro, comenzó a llorar otra vez. Se acercó a él y se arrodilló en el suelo. Le tomó las manos y le suplicó.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...