Tarkan Iskender Aga.
Ayse se pasea por el cuarto demostrando su nerviosismo. Aún no logro olvidar mi pelea con Mehmed, me mantiene desconcentrado de la realidad, Ayse avanza desde la ventana a la puerta y de regreso, una y otra vez.
–Me dices que no quieres gobernar un distrito. —Dice con la mente perdida en sus pensamientos.
–No, Ayse, eso sería demasiado para mí, soy solo un Aga, hijo de un granjero, no tengo idea de mantener una economía y un orden.
–No te menosprecies así Tarkan, eres una gran persona que sabe lo que quiere.
Se acerca a mí y se arrodilla, tomando mis manos y viéndome a los ojos.
–Vámonos a Egipto, desaparezcamos de aquí, mi hermano Osmán gobierna todo a su antojo y no podremos prosperar aquí, siempre estaremos bajo su sombra.
–¿No confías en él?
–La verdad no, Tarkan, no te mentiré.
–¿Quieres tener una conversación sincera?
–¿Qué ha caso no la estamos teniendo ya? Seamos honestos, por favor, ¿Qué haremos cuando nuestro bebé nazca?
Dejo de respirar de golpe y abro los ojos con sorpresa. Me quedo viéndola en silencio y horrorizado. Ayse se aleja de mi asustada y con cierto temblor en su cuerpo.
–Ayse... De qué hablas... Cuál bebé... —Digo apenas.
–Nuestro... Nuestro bebé... Tarkan, yo...
Se acerca lentamente a mí, arrastrando su vestido por el frío piso del cuarto y acomodando su cabello con delicadeza tras sus hombros. Con su mano en la mía y su mirada angustiada me transmite mucho nerviosismo, a pesar que ella intenta calmarme.
–¿Tienes pérdida de memoria? —Dice preocupada.
–¿Qué Mehmed no te lo dijo? Hay un par de cosas... Que simplemente no recuerdo...
–Oh, Tarkan... en serio lo siento, te prometo que no quise ser insensata, es tu pérdida de memoria, por un segundo creí que negarías a tu hijo... O hija.
–¿Hija? ¿Una pequeña Sultana?
Pensar en formar una familia con Ayse, tener hijos, una familia, me provoca cierto nerviosismo.
De cierto modo si tengo una relación con Mehmed, yo sería tío de mis propios hijos... ¿Qué estoy pensando? Basta Tarkan, acalla esas ideas ilógicas por un momento. Mi tan ilógicas, serían mis sobrinos, e hijos.–Tú y yo podremos formar una familia, seguir adelante, olvidar el pasado y borrar nuestros malos recuerdos.
–¿Tú y yo? —Pregunto ido.
–Claro, ¿Quién más?
–¿Qué sucederá con todos los que conocemos aquí?
–¿Qué estás pensando Tarkan? O mejor dicho en quién.
–En Mehmed, soy su confidente, ¿Crees que sea bueno si lo abandono?
–¿Abandonar? ¿Seguir adelante con tu vida es abandonarlo? He sido bastante considerada contigo pero siento que no pones de tu parte y estás colmando mi paciencia.
–¿Colmar tu paciencia?
–No sabes tomar decisiones Tarkan, todos esos halagos y el título dado por mi Madre te quedan grandes, no eres merecedor de tanto apoyo.
–Hasta hace un momento estabas siendo muy amable Ayse, ¿Qué sucede?
Se queda viéndome conteniendo sus palabras y apretando su mandíbula con molestia.
–Tengo miedo de decirlo Tarkan, por el bien de mi bebé no lo mencionaré, ya que va en contra de las reglas de Alá, y espero que yo esté equivocada.
–¿No estábamos siendo honestos? Habla con franqueza. —Digo rudamente sin medir las consecuencias.
–¿Me amas realmente?
Bajo la cabeza y camino hasta el borde del balcón siendo seguido por ella.
–¿Por qué lo preguntas hasta ahora?
–Creo tener la respuesta pero esperaba que me dijeras que solo me querías, al parecer, ni eso sientes por mí.
–Sabes bien que estoy eternamente agradecido contigo por todo lo que has hecho, pero...
–¿Pero...? Tenía fé en Alá que podía ayudarte a cambiar, a corregirte, a que enderezaras tu camino.
–¿Corregirme? ¿Qué se supone que está mal en mí?
Da un paso hacia mí y me fija la mirada sin pestañear.
–Lo que sientes por mi hermano Mehmed.
Me quedo petrificado viendo al horizonte sin atreverme a verla a la cara. En esta misma conversación se está acordando el futuro de todos nosotros, dependiendo de esta conversación y de mis palabras es que se medirán las consecuencias.
–¿Cuáles sentimientos? —Respondo fingiendo estar desentendido en el tema.
–Murad me lo dijo, y me lastimó bastante que ni mi esposo, ni mi hermano fueran capaces de abrirme los ojos.
–Lo siento mucho Ayse, en serio lo lamento, nunca quise que todo sucediera así.
–Intenté formar mi propio cuento de hadas, mi propia historia de amor y luchar por un final feliz, y cuando Murad me lo contó, todas mis fantasías se vinieron abajo, me sentí muy sola y desesperada, mi embarazo está avanzando y acababa de enterarme que mi esposo ama a mi propio hermano. Lloré muchas noches cuestionando a Alá y sus decisiones, y me di cuenta que no es su culpa, es de ustedes y también mía.
–No es culpa tuya Ayse.
–Claro que lo es, ¿Ya lo olvidaste? Yo te convencí de casarnos ese día, cuando Gokhan te acusó de robo, fue todo mi idea.
–Tú me salvaste.
–No lo hice por ti, lo hice por mí. Quería enamorarme, casarme, vivir un sueño a la fuerza, y te involucré. Tú quieres estar con Mehmed, y a pesar que es retorcido y en contra de nuestras buenas costumbres, mi deber como hermana es aceptarlo. No puedo odiarte más de lo que amo a mi hermano Mehmed, y si tú eres su felicidad, pues adelante.
–¿Estás escuchándote? Me habías propuesto viajar a Egipto y vivir ahí.
–Y tú lo rechazaste, solo por Mehmed. La única enorme pena que tengo en mi corazón es que amas más a Mehmed que a tu propio hijo, él nacerá con la nube oscura sobre él, sabiendo que su Padre lo dejó de lado por estar con otro hombre, ¿No crees que es un castigo cruel?
–No digas que el amor que Mehmed y Yo nos tenemos, es un castigo.
–Tendré que aceptarlo en contra de mi voluntad, pero no le hagas esto a tu hijo, te lo suplico Iskender, no lo dejes de lado.
–No lo haré Ayse, por nada en el mundo.
–¿Sabes cuál será su nombre?
–Creo que no lograré adivinar.
–No, claro que no. Puedo sentir que es un hombre, él será el Príncipe Mustafá.
–¿Mustafá? Creo que me agrada. —Le sonrío apenas.
–Intentemos que la vida siga su ciclo, ya basta de venganzas y muertes, por favor.
–Espero que Alá ya nos alivie un poco el vivir, solo un poco.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...