"Insultos Y Desprecio" (2x20)

735 86 11
                                    


Príncipe Mehmed

El príncipe veía a Tarkan Iskender durmiendo desde hace bastante, no tenía intención alguna en dejar de observarlo. Perfectamente pudo estar así toda esa mañana, pero el joven aga despertaba lentamente mientras bostezaba.

   –Buenos días Tarkan.

   –Hasta hace un segundo me había olvidado de mi nombre. —Sonreía. –¿Es común aquí ir por la vida cambiando nombres?

Mehmed lo pensó por un momento, pero no pudo recordar algún caso en el que se lo diesen a un aga como Iskender.

No lo sé, es común con las concubinas del harén, pero si mi madre lo hizo, es por que está permitido.

–Quizás fue inventado.

–Es probable, pero no cambia el hecho que te llamas así ahora. —Su boca se curvó en una sonrisa.

–¿Vas de salida? Es aún muy temprano, el sol apenas ha salido. —Tarkan miraba hacia la ventana del balcón. –Deberíamos seguir durmiendo.

   –Voy a ir a entrenamiento con arco, te veré más tarde. —Respondía mientras se quitaba las mantas de encima para levantarse.

Fue la segunda noche consecutiva en la que habían dormido juntos, y ninguno de los dos objetó mientras sucedía la noche anterior. Se habían alistado para dormir, y se quedaron de pie frente a la cama del príncipe, sonrieron tontamente y se adentraron en las sábanas.



Era pasado medio día, Osmán ya se encontraba en el centro del campo de entrenamiento, y eso le molestaba, quería resaltar a toda cosa solo por la presencia de su padre. Mehmed apretó con fuerza el arco que llevaba en la mano.
El Sultán Ahmed se encontraba sentado debajo de una de las carpas, Mehmed se acercaba para saludarlo.

Buenos días majestad. —Lo reverenció.

–Buenos días Mehmed, ¿preparado para el combate con tu hermano? —El sultán le sonreía. No pudo evitar hacer un gesto con el rostro pero lo quitó de manera casi instantánea. –Mis dos príncipes mayores deben ser los mejores, siempre. Dignos miembros de la dinastía.

–Daré lo mejor de mi, lo prometo.

Vio a Meleksima Hatun de pie en la carpa sub siguiente, sintió la necesidad se acercarse a ella, y así lo hizo. Se detuvo frente a ella, la miraba a los ojos, cualquiera creería que la estaba contemplando, era una joven muy hermosa, y el príncipe lo sabía. Sentía el nerviosismo de verla de cerca otra vez, su estómago parecía estar a punto de salir por su garganta, estaba un poco emocionado.

Buenos días. —Meleksima lo reverenciaba de mala gana. Bajó la mirada hasta el arco. –Veo que tienes ánimos de entrenar a la altura de Osmán, por la forma ansiosa en la que lo sostienes.

¿Qué quieres decir? —Apretaba las cejas como señal de molestia.

Puedo oler tu nerviosismo. —Habló con insolencia. –Ya veremos si superas a mi príncipe en el entrenamiento, te deseo suerte, alguien como tú la necesitará.

Mehmed no podía entender la insolencia con la que Meleksima le hablaba. Él no tenía algún tipo de enemistad con ella, más que el episodio de la pelea con Ayse y Tarkan un par de días atrás, pero no creía que ella pudiese sobrepasar ese límite.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora