"La Venganza De Berker" (6x22)

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Tarkan Iskender Aga.

El nerviosismo de que Mehmed se niegue a hablar conmigo las cosas de frente, no se me quita aun que me ponga en los escenarios más positivos que pueda imaginarnos.

Simplemente escapa de su deber como mi compañero de vida, en lugar de darme las explicaciones correspondientes y hacer un llamado a la calma. Siempre sus actitudes y conductas de niño extremadamente consentido han opacado nuestra vida juntos.

Nadie en todo el Palacio lo ha visto. Jennet se limitó a decirme que no era asunto suyo, y ninguno de los Príncipes se encuentra por ahí dando vueltas como siempre. La Sultana Kösem vive en el Antiguo Palacio, y nunca en la vida le hablaría a la demente de Meleksima para preguntarle.

La vida en este Palacio de vestimentas costosas y comidas extravagantes realmente es agotadora, Mehmed y yo pudimos aceptar la invitación que nos hizo el Príncipe Phelippe en su debido momento, pero Mehmed se niega a abandonar sus raíces de Príncipe, siempre argumentando que no puede abandonar la dinastía así como así. Ni si quiera por mí.

   –Señor Tarkan. —Dice un guardia llamando mi atención desde el Harén. Me entrega una carta en rollo. –Le envían esto.

Al abrirla y leer rápidamente su contenido entiendo que Mehmed quiere disculparse y hablar, por ello es que acaba de citarme en la cabaña en la que siempre nos veíamos, aquella cabaña en la que por primera vez nos entregamos el uno al otro.

Nunca creí que Mehmed fuese así de romántico. Como en los libros de poesía e historias de romance que leíamos juntos de vez en cuando.

Desde la entrada principal aparecen Yigit, Eren y Bulent, quienes dicen venir a entrenar con Mehmed.

   –Pues Mehmed no se encuentra aquí, chicos.

   –¿Es en serio Tarkan? —Dice Bulent. –Queríamos obsequiarle esto.

Abre una bolsa que traía en su cinturón y la muestra en su palma. Cuatro brillantes pequeñas bolitas de Oro.

   –¿Dónde encontraron eso?

   –Del Río al que fuimos a acampar la última vez, ¿Lo recuerdas? —Dice con su voz infantil.
Se la daremos a Mehmed para que pueda entregárselo a la Sultana Kösem y así apoyar las entregas en el Albergue del Pueblo.

   –¿Por qué no se lo entregan directamente a ella?

   –¿Por qué haríamos eso? ¿Encontrarnos cara a cara con la mujer más poderosa de todo el Imperio? —Añade Eren sonriendo.

   –¿Les asusta la idea?

   –Si. —Dice Yigit recién entrando en la conversación. –Podemos equivocarnos y decir cualquier estupidez fuera de lugar, la horca no me parece muy amigable la verdad.

   –Los entiendo, me sucede lo mismo, ahora mismo arreglaré un asunto con Mehmed en la cabaña, acompáñenme y hablan con él sobre esto.

Ambos asienten con la cabeza y me acompañan hasta mis Aposentos a recoger mi abrigo.
El frío afuera tiende a aparecer en este momento del día, cuando el Sol se oculta en la lejanía.



La cabaña en la distancia, pareciera estar vacía.
La oscuridad nos rodea y ninguna luz se pasea en el interior. El verde de los bosques es un negro absoluto y solo las estrellas iluminan un poco el camino.

Los cuatro caminamos hacia la pequeña terraza del frente y subimos la escalera de tres escalones.

   –¿Hay alguien aquí? —Pregunta Yigit.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora