Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)

"El Acuerdo" (3x16)

Tarkan Iskender Aga.

Tras enfrentarse directamente con Phelippe, Dilruba se marcha más que molesta del lugar, dejándonos a solas.

   –Pero qué fue todo eso, Iskender. —Dice Phelippe con la mirada perdida en el fondo del pasillo.
–¿Tienes la costumbre de recibir amenazas?

   –Estoy realmente cansado de eso, no las soporto más, pero a Mehmed pareciera no importarle todo esto que sucede.

   –Me gustaría que quede claro que te defendí jurando que haría explotar todo esto. —Dice orgulloso mirando los techos.

   –Basta Phelippe, sabes que te lo agradezco mucho, pero ahora mismo no tengo cabeza para eso, se acerca una gran tormenta para este Palacio.

   –Por lo que escuché, algo le sucede al Sultán Ahmed, ¿Vas a decirme? Es claro que no está todo bien.

   –No puedo Phelippe, lo siento pero de verdad no puedo, la Sultana Kösem me lo prohibió tajantemente.

   –Bueno, lo que sea, acabe Ahmed o Mehmed siendo el Sultán, me encargaré que se mantenga el tratado de paz con este Imperio y nuestro reino.

   –Nuevamente te doy las gracias.

Ambos nos quedamos en silencio y nos miramos incómodos. Sintiendo un frío viento que mese las cortinas y hace silbar dentro del lugar. Él decide hablar primero.

   –¿Vas a besarme o...?

   –No, nada de eso.

   –Eso creí.

Disfrutaba de la vista estando apoyado en la baranda del segundo nivel del Harén. Todo era concubinas riendo y murmurando entre ellas, pero los pequeños Príncipes Bayezid y Murad continúan con sus diferencias, tal cual Mehmed con Osmán.

Ambos corrían y repentinamente comenzaron a discutir. Murad empuja a Bayezid con violencia contra una de las paredes.

–Tú nunca serás un Príncipe verdadero.
—Le dice Murad.

–Si lo soy, por que mi Padre es el Sultán.

–Pero Alá no te bendijo siendo hijo de la Sultana Kösem, y nunca lo serás.

—Decido interceder y grito hacia el nivel inferior.
–¡Murad! ¡Bayezid!

Ambos buscan de donde viene la voz y finalmente me observan hacia arriba. Les hago un gesto para que dejen de pelear y avanzo por el pasillo hasta llegar a las escaleras y bajar.
Ya una vez junto a ellos ubico a Murad de un lado y a Bayezid del otro.

–Vamos chicos, ¿Por qué continúan peleando? Ya dejen de tener diferencias y disfruten su edad.

–Él dice que es un Príncipe, Iskender, y claramente no lo es. —Se dirige a Bayezid.
–Nunca lo serás, malnacido.

–¡Murad! No lo insultes así, ya detente, de dónde escuchas esas palabras, no lo sé, pero si sé que no corresponde que se las digas a tu hermano.