Príncipe MehmedNo tenía ni la remota idea sobre lo que trataría la celebración, pero asistiría de todas formas, como de costumbre. Nunca le habían entusiasmado mucho las fiestas con bailarinas y músicos, lo obligaban a salir de su zona segura, que eran sus aposentos, o al menos lo eran hasta antes de la llegada de Tarkan Iskender.
En esta ocasión, estaba feliz de presentarse al lugar, iba acompañado de su aga, su confidente. Los príncipes Bayezid y Murad los seguían de cerca. Le habían dicho a Tarkan que guardarían el secreto de su cercanía con Mehmed, por que al investigar sobre el asunto, habían descubierto que a los jóvenes con gustos peculiares, como Tarkan, directamente los asesinaban, y de las peores formas.
Tanto Mehmed como Tarkan quedaron helados ante esa revelación, no eran conscientes de que un día al ser descubiertos podrían ser ejecutados al día siguiente. Era terrible para ellos tener conocimiento sobre eso.
–Te noto nervioso. —Le dijo a Tarkan sin dejar de caminar. –¿Estás bien?
–Me trae recuerdos, muchos recuerdos, cada vez que voy por este pasillo hacia el harén.
–Respira profundo, no se trata de nada malo. Prepárate para los elogios, te ves muy atractivo. —Le sonrió. Tarkan hizo lo mismo. –¿No dirás lo mismo de mí?
–Creí que querías que marcáramos el limite de nuestra amistad.
–Mencionar nuestra belleza no altera en nada esa petición. Estoy esperando.
–Bien, de acuerdo. —Suspiró. –Mehmed, te ves muy guapo esta noche.
–Muchas gracias, Tarkan Iskender Aga.
–Cada semana que pasa mi nombre se hace más largo, llegué solo siendo Iskender.
–Recuerdo bien cuándo llegaste. —Bajo la mirada con una pequeña sonrisa en la cara.
–Me olfateaste, fue muy extraño. —Levantó una ceja.
–Lo fue. —Rió. Se acercó al oído de Tarkan. –Lo hice para despreciarte, pero ahora, te olfateo por gusto, me gusta como hueles, y cada vez que te abrazo pareciera ser que me dejas impregnado.
Mehmed no tenía claro cómo comportarse con su aga. Quería volver a los viejos tiempos, pero temía en cómo reaccionaría Tarkan ante ciertas situaciones, intentaba ser precavido pero lo olvidaba de vez en cuando. Cualquier cosa que hiciera podría malinterpretarse y alimentar las dudas de Tarkan sobre él.
No le molestaba en lo absoluto saber que habían existido otros hombres con la desviación de Tarkan, pero sentía mucho temor de que tal vez él también lo fuese, quería luchar contra eso, era consciente de que se había enamorado de Meleksima apenas la vio. No podía alejar a su aga de él, no otra vez, no podía permitirlo.
Cada vez que veía a Meleksima Hatun, se le anudaba el estómago. No dejaba de repetir en su cabeza lo hermosa que era. Sin embargo, cuando veía a Tarkan Iskender, solo deseaba abrazarlo y tocarlo, tenerlo cerca. Él creía que podría tratarse de una necesidad involuntaria de tener compañía y sentir afecto, siempre se sintió solo en el palacio, y que nadie lo apoyaba. En cambio Tarkan, era incondicional a él.
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Roman pour Adolescents(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...