"Féretro De Iskender" (5x23)

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Sultana Ayse.

Mi corazón se encuentra muy malherido.
Encontrarme enfrentada con el único hermano con quien alguna vez tuve confianza, me hace perder la esperanza de un futuro mejor para todos.

Camino sujeta del brazo de mi Madre, acomodo la pesada tela de mi vestido y cubro bien mi rostro con las largas telas negras evitando que puedan ver mis ojos hinchados.
Tanto he llorado, tanta pena me ha inundando, tantas lágrimas he dejado salir, tantos suspiros he dado, y todo por mi Iskender.

Me cuesta tanto pensar en que ya no lo encuentro más. Ya jamás volverá a darme consejos y a agradecerme todo lo que hice por él, siempre me dió las gracias y siempre me veía con orgullo.

Los Agas cargan su féretro, con un balanceo de un lado a otro, similar al barco en el que mi esposo arribó al puerto de nuestra capital hace ya bastante tiempo.

Con ese movimiento él llegó y también se va.
Junto con su soledad, sus penas y angustias.
Alá recibirá en su reino y gloria a mi querido esposo. Él tendrá paz y tranquilidad por fin, y de una vez por todas.

Y este bebé que cargo en mi vientre, será fruto de una amistad sincera, lo ayudé lo más que pude y él me pagó con lo que yo quería, un hijo.

Te perdono Iskender, no hay forma en que te odie por entrar en la cama de mi hermano, te quiero tanto que puedo comprender que tu felicidad es junto a él, y no conmigo. Debo ser compasiva, tendré una vida larga y plena junto a mi hijo. Y si he de no ser misericordiosa, me temo vivir en una vida ahogada en llantos y desdichas.

Posicionan a los Agas junto al féretro y se disponen a ubicarlo al interior del agujero. Es bastante profundo.

Todo se ve interrumpido por gritos de un joven que intenta acercarse por la colina, viene corriendo desde abajo. Los guardias, junto a los Aspirantes a Jenízaros, le bloquean el paso y lo sostienen.

¡Alto, deténganse! —Grita eufórico y fuera de control. Luce muy alterado y sudado, como si viniera corriendo desde muy lejos.

Los guardias le bloquean el paso e intentan alejarlo pero lucha con todas sus fuerzas.

Uno de los Aspirantes a Jenízaro de mayor estatura se aproxima y se detiene antes de llegar.

Tranquilo Bulent. —Lo calma. –¿Qué sucede? Vamos ya tranquilo.

Los guardias comienzan a alejarlo, el Aspirante de mayor altura los sigue junto a otro más bajo que él.

Suelto a mi Madre y me acerco unos pasos para observar mejor la situación.

¡¿Qué clase de espectáculo es este?! ¡Cuánta falta de respeto! Este es una ceremonia de despedida por un fallecido muy importante para nosotros, ¡Vamos díganme! Qué rayos les sucede.

El chico vestido de Aspirante, de cabello cobrizo, de baja altura y sudado, logra liberarse de los guardias empujándolos.
Emprende una carrera veloz en dirección al féretro de Iskender. Cada paso que da es como si fuera su último esfuerzo por vivir, como si huyera de su sentencia de muerte, pero lo único que hace es acercarse a nosotros.

Salta en el aire con sus brazos estirados listo para derrumbarlo todo, él dejaría caer el féretro y todo a su alrededor, pero uno de los Agas interviene a tiempo y lo evita.
Apenas logró detenerlo, si no, el Aspirante demente hubiese tumbado el féretro de mi esposo hacia un costado.

¡Qué intentas hacer! ¡Llévenselo! —Ordeno furiosa. Mi Madre intenta darme calma. Las manos me tiemblan e intento controlar mi respiración.

Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora