Tarkan Iskender Aga.
Desde el punto de vista de alguien más, tal vez pueda llegar a verme como un mal agradecido. Considerando que Mehmed me salvó la vida al liberarme del entierro del féretro.
No lo he vuelto a ver desde aquella pelea en el carruaje. Fui muy duro con él, demasiado.La noche se ha hecho eterna. Me he dado vueltas de un lado a otro en la cama, enredándome en las sábanas y logrando liberarme. Siento mucho remordimiento, ese sentimiento de culpa no me permite dormir, casi no me permite incluso respirar.
Camino por el pasillo rumbo a la cocina. Llegando a la esquina del lugar y bajando las escaleras, logro distinguir una luz que viene desde allí. Alguien está en la cocina a esta hora, igual que yo, no debe poder dormir por su consciencia.
Entro a la cocina abriendo la puerta con cuidado y me encuentro con Mehmed sentado en la esquina más lejana de la mesa, está bebiendo leche. Al verme se muestra su incomodidad por el movimiento de su cuerpo. Simplemente intercambiamos mirada y cada uno continúa haciendo sus cosas. Me sirvo un vaso y me ubico frente a él, del otro lado de la mesa.
–¿Cómo estás? —Le pregunto rompiendo la tensión.
–Bien. —Responde seco.
–Que bueno.
–¿Y tú? —Dice carraspeando la garganta.
–Pues bien.
–Que bueno. —Dice dejando de beber.
–Mehmed...
–¿Si, dime? —Habla con orgullo y soberbia, casi burlándose de mí.
Puedo sentir mis mejillas sonrojarse y el temblor aparecer en mis manos.
–Te extraño mucho, desde hace semanas que no hablamos y solo nos cruzamos en los pasillos de este lugar... Desde hace mucho que no te siento conmigo, sin tomar tu mano y sin abrazarte, y me está dificultando seguir así... Creo, creo que no resisto.
–¿Y es hasta ahora que me lo dices? Nos cruzamos en la cocina de madrugada y aprovechas esta instancia tan básica, te felicito Tarkan, eres grandioso.
Deja su vaso con molestia en la mesa y se levanta en dirección a la puerta. Lo alcanzo velozmente y lo sostengo del brazo.
–Ya basta, no seas así conmigo, te lo prohibo.
–No estás en condiciones de prohibirme cosas. —Dice cerca de mi rostro.
Al sentir su calidez y suavidad tan cerca de mí no logro controlarme y le robo un beso haciendo que retroceda contra la pared. Él intenta quitarme pero no se lo permito, hasta que finalmente me aleja de un empujón, y acabo en el suelo.
–Basta Tarkan, mejor preocúpate por tu esposa y tu hijo Mustafá. —Dice molesto y con lágrimas en los ojos.
–¿Cómo lo sabes?
–Mi hermana me lo dijo, ¿No es obvio?
–¿Y te dijo que ya sabe de lo nuestro?
–Si, y que nos respetaba, pero yo prefiero respetar su matrimonio contigo, no puedo ser desleal con mi hermana.
–¿Desleal? ¿Y qué sucede con las noches que tú y yo pasamos juntos? ¿Eso no era deslealtad? ¿Planeas olvidar todo? Esto llega a un punto de ridiculez que no entiendo.
–Basta Tarkan, estoy confundido contigo ahora mismo.
–¿Confundido? Nos hemos declarado amor un montón de veces y hemos luchado por estar juntos, ¿Qué más quieres?
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Príncipe Mehmed. (Gay) (Reescribiendo y Corrigiendo)
Teen Fiction(Reescribiendo y corrigiendo) Iskender, es un joven arrebatado de su hogar y llevado como esclavo a un mundo de opulencia y peligro. Su encuentro con el arrogante Príncipe Mehmed marca el comienzo de una relación turbulenta, marcada por la violencia...