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Las navidades ya están aquí, ¿no es sorprendente? Pensé que mi vida aquí iba a ser complicada y, sin embargo, me siento feliz. Además, esta época del año siempre me ha encantado.
Me gusta el ambiente que se respira allá donde vayas, y pasear por el centro de la ciudad iluminado y decorado. Las compras, los regalos... a pesar del frío, claro, disfruto de estas fiestas.
Además, es como si casi todo el mundo cambiara la perspectiva de su vida solo por el simple hecho de ser navidad.

Echo de menos a Fede. Sí, es cierto que lo veo cada día, pero se comporta como lo que es en realidad, mi profesor y bueno, mi vecino, pero no hay nada más, y es curioso que eche en falta esos pocos momentos que hemos vivido; como charlar, o ver una película.

Ya nos han dado las vacaciones en el instituto, y mi plan preferido de estas fechas es meterme bajo la manta, con un chocolate caliente y ver todas las películas que tengan que ver con la navidad. No es tan raro, sé que mucha gente lo hace.

Sucede de nuevo, y ya he dejado de creer en las casualidades, porque tengo un mensaje en mi móvil y sin mirarlo, sé quién es. Leo el mensaje de Fede con mi peculiar nerviosismo, no creo que pueda acostumbrarme nunca a esto.

Este sábado ponen una gran película en el cine de verano — Dice su mensaje.

¿Sí? — Pregunto con curiosidad — ¿Cuál?

Me temo que es una sorpresa... — Lo que me faltaba, con el móvil en las manos me muevo de un lado a otro de mi habitación.

¿No vas a decírmelo? — Contesto unos segundos después.

Solo si vienes conmigo a verla.

¿A qué viene esto? Hemos estado los últimos tres meses sin mantener una relación cercana, ¿tiene que ver con las vacaciones? No lo sé, pero me muero de ganas de ir con él, sé que no está bien, pero con Fede es imposible resistirse a cualquier cosa.

Aun así, no le prometo nada, va a costarme convencer a mis padres de nuevo. Más que nada porque en esta ciudad, en el mes de diciembre por las noches las temperaturas no superan los dos grados.

Bien, invento un plan elaborado. Solo tengo que pensarlo y tengo unos minutos... hasta la cena. Al final, opto por explicarles que iremos gran parte de la clase, así no sospecharán nada raro.

— ¿Y quienes vais? — Vale, esta es solo la primera pregunta del interrogatorio de mi madre.

— Pues mucha gente de clase mamá — Me encojo de hombros — ¿Quieres que te diga el nombre de todos? Podría estar hasta mañana...

— No sé, cielo. — Mira a mi padre, que nos observa sin decir nada — ¿Tú qué dices?

— He aprobado todo — Intervengo antes de que él pueda contestar — ¿No me merezco al menos una salida nocturna? Solo será una película y volveré a casa, vamos...

— ¿No hará mucho frío? — Bien, papá siempre suele ablandarse primero — Dime que te abrigarás bien.

— Pues claro, gracias papá — Le sonrío, tirándome a su pecho para darle un abrazo.

Siempre han confiado en mí, nunca les he dado motivos para lo contrario aunque... ahora han cambiado un poco las cosas. No me reconozco ni yo mintiéndoles y ocultando estas cosas, pero no verían bien lo que estoy haciendo, no lo veo ni yo.

Esa noche, escribo a Fede para decirle que acepto, estoy ilusionada, no sé qué película será, pero no me importa, iré con él.

— No llegues tarde — Mamá me sigue los pasos por toda la casa mientras me preparo.

Te quiero sin querer, profesor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora