LOS CLARCK (I)✅

Capítulo 59: DUBAI (PARTE III).

Capítulo dedicado a AlayaE20. Espero te guste, preciosa.🥰

POV SEAN:

-Necesito para más tardar los documentos del caso Lawrence en dos semanas.-La voz robótica de Mónica, una compañera de pasantías y el ser más estricto y gris que he conocido en toda mi vida me hace fruncir la nariz con disgusto.

-Lo sé, Steel. No hace falta que me lo recuerdes a cada cinco minutos-Refuto envuelto por el malestar laboral, harto ya de sus quejas y mal humor-Entregaré todo tal cual lo establecido, no tienes de qué preocuparte-

-Como sea, cualquier contratiempo me lo informas. Tengo a los directivos respirándome en la nuca y a diferencia de tí, mi apellido no es White y mi tío no es el dueño del bufete-Me recuerda por millonésima vez el estatus de Steve, causándome migraña y fastidiosa fatiga.

Ni estando de vacaciones logro safarme por completo del trabajo.

Sin despedirse, la mujer de pésimo carácter cuelga la llamada, y poniéndome en marcha me pongo a elaborar y revisar dichos documentos.

Como detesto el puto papeleo.

Todo sea por el empleo.

A mis veintiún años de edad he podido labrarme una muy buena reputación en el campo laboral. Evitando a toda costa el tener que utilizar o valerme de las influencias de mi apellido para lograr lo que quiero y permitirme el nivel de vida que tanto deseaba.

Uno en donde pueda hacer lo que se me plazca, dándome los gustos que quiera y a los que más quiero. Casarme quizás y empezar a formar una pequeña familia.

Una junto a una buena mujer. Amorosa, de buen humor y siempre con la honestidad por delante. Tener quizás un par de varones. No me visualizaba para nada criando a una niña. Terminaría loco, preso o muerto de un infarto de tan sólo pensarla teniendo una cita con algún hijo de puta.

Suficiente tenía con Samantha, Sky y Stacy causándome migrañas a cada nada. Siendo ellas para mí como unas hermanas las cuales me prometí a mí mismo el deber de protegerlas a toda costa. Y de quien sea.

Año y medio es lo que me quedaba de carrera para poder graduarme. Tan sólo dieciocho meses en los cuales los ridículos problemas que sobrellevaba hoy en día no serían absolutamente nada en comparación a cuando ingresara próximamente en las grandes ligas.

Porque lo iba a lograr.

Tan sólo tenía que esforzarme un poco más de lo que ya de por sí cada día hago. Obteniendo excelentes resultados. Y demostrándole a todos que soy más que un jodido apellido.

-¡Bueeenos días!-El golpeteo de unos nudillos contra la puerta de mis aposentos me hacen levantar la vista de la delgada y moderna laptop, escuchando desde el pasillo la dulce voz de la mujer que me dio la vida:

-Adelante, mamá-Me acomodo sobre el mueble tapizado, intentando organizar un poco el desastre en mi cabello.

-¿Cómo amaneces? ¿Ya desayunaste?- Mi madre sonríe ampliamente al adentrarse en la alcoba, y yo niego de lado a lado invitándola a tomar asiento a mi lado izquierdo-¡Tienes que comer algo, Sean!-Regaña dándome un ligero toque en la frente-Puedes enfermar y no queremos eso, garrapata-