Capítulo 11: El menor de los Clarck.

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POV SKY:

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POV SKY:

Lo hice.

Oh Dios.

¡Lo hiceeee!.

¡Estoy dentro del equipo!.

Victoriosa salgo del auditorio junto a mis hermanas y amigos, celebrando de tan buena noticia que era el haberme ganado el puesto.

Bratt entusiasmado propone ir a salir de fiesta éste fin de semana a un nuevo club que acaba de aperturar a las afueras de la Villa, siendo entonces su idea aprobada por todos.

Y pues... ¿Por qué no?.

Me encuentro tan emocionada en estos momentos que todo me parece un muy buen plan.

—Vale, entonces el viernes terminamos de planificarlo todo —Acota Eric emocionado, y todos asentimos en acuerdo.

Diez minutos después el timbre retumba por todos los pasillos anunciando el inicio de la tercera clase del día, por lo tanto cada quien se despide para aproximarse a su respectiva aula.

Los entrenamientos del LRD empiezan hasta la semana que viene, así que por ésta semana no tendré prevista ninguna práctica o entrenamiento de rutina.

Encaminándome en total silencio por los pasillos para ir en busca de uno de mis cuadernos sonrío, o al menos eso hacía hasta que a lo lejos noto apoyado sobre los casilleros....

Mejor dicho, mi casillero, a cierto rubio de terrible actitud.

Su mirada estaba atenta a su móvil, con el ceño levemente fruncido al mismo tiempo en que parecía escribir muy rápidamente un mensaje de texto con sus dedos en la pantalla de su celular.

Tanto así, que podría jurar que aún así el mundo se le estuviese cayéndo en pedazos a su alrededor, nada ni nadie lograría llamar su atención aunque sea por unos segundos.

Mierda.

De tantos casilleros que hay en el inmenso instituto. ¿Se tuvo que colocar justamente sobre el mío?.

Respiro profundo, alzo el mentón, y a pasos seguros me encamino en su dirección. Se encuentra tan concentrado que ni siquiera se percata de mi presencia frente a él tal como me lo esperé, llevándome a bufar ciertamente irritada.

—¿Hola? ¿Podrías, por favor, retirarte un momento?—Formulo la pregunta de brazos cruzados, pero él simplemente levanta la vista al escucharme, me mira de pies a cabeza con una ceja enarcada, y sin importarle ni un bledo mi petición vuelve a su actividad de utilizar su endemoniado celular.

¡Me ha ignorado completamente!.

—¿Eres sordo o simplemente eres imbécil?—Recrimino ofendida por su actitud, más aún cuando continúa fingiendo que le hablo a la puta pared.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora