Capítulo 33: El dilema.

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POV SKY:


Domingo:

—Estás castigada.—

—Pero...¡Papá!— Me cruzo de brazos frente a la camioneta mientras miro de reojo como su chófer de confianza lleva en brazos a mi amiga todavía inconsciente.—No es mi culpa. Esos idiotas me llevaron presa por una tontería. ¡Deberíamos demandarlos!—Alego furiosa pero no mucho más que él.

—Sabes muy bien como detesto los escándalos, Sky. Y no tienes una idea de la desagradable sorpresa que me llevé cuando recibí la maravillosa noticia por parte del jefe de la comisaría sobre que una de mis hijas había sido detenida.—Me remuevo un poco incómoda sobre mi sitio.—Lo siento, pero no me dejas otra alternativa.— Se sube al vehículo y si nada más que decir, hago lo mismo que él.

Demonios.

—Padre, te juro que...—

—No quiero escuchar nada más sobre el tema.—Demanda totalmente serio.

Preocupada vuelvo a mirar a Clai que yace con su cabeza sobre mis muslos, y con mucho cuidado deslizo mi mano por su frente descubierta.

—¿Qué hay de Claire, le dirás al señor Smith?—Ruego internamente a que me de una respuesta negativa pero lo que me comenta me deja mucho más intranquila de lo que ya de por sí estaba.

—Ya le he dicho.—Se desabrocha los últimos dos botones de su traje y cierto sentimiento de remordimiento me avasalla el pecho al notarle el semblante exhausto y decepcionado.

Malditos policías.

 Y hablando de personas indeseadas e inútiles.

—Em...¿de casualidad no sabes que sucederá con los chicos que estaban en la misma...esteem...—

—¿Celda para criminales?— Enarca una ceja con desdén y sonrío con timidez.

De verdad que está enojado.

—Hum sí, ellos.—

—No lo sé. Tengo entendido que su representante legal iría en breve a buscarlos—Se encoge de hombros y suspiro un poquito más aliviada.

Aunque la furia también predominaba en mi sistema y más al recordar al cavernícolas violento de horas atrás.

Todo esto era su culpa.

Sigo sin comprender el por qué de su agresiva actitud. Todo iba de maravilla...Bueno, dentro de lo que cabe.

Minutos después pasamos por la mansión de la familia Smith, la cual era bastante hermosa e inmensa. No más que en donde actualmente resido junto a mi familia, pero definitivamente no se quedaba atrás. 

La señora del servicio me ayuda a trasladar a mi amiga hasta su habitación y frunzo el ceño al no vislumbrar por ningún rincón a los padres de Claire. Me despido de la educada mujer que me ha ayudado y vuelvo al encuentro con mi padre verdaderamente molesto.

Rato después llegamos a nuestro hogar y tras recibir otra reprimenda por su parte y advertencia de que no puedo volver a salir hasta que a él le parezca adecuado, me encamino hacia mi habitación realmente indignada.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora