Capítulo 24: ¡Surprise Bitch!.

4.2K 483 204
                                    


POV SKY:

He beso a Eros Clarck.

¡Ay mi madre!

Llevo varias horas encerrada en la habitación. Con el corazón en la garganta y la vista fija en el techo.

No me puedo creer lo que ocurrió momentos atrás.

—¿Realmente sucedió?—Me cuestiono a mí misma en voz alta y por supuesto no recibo respuesta.

Luego recuerdo sus besos, sus dedos en mi cintura, su aliento chocar contra la piel sensible de mi cuello y ni hablar de su rudeza y posesión.

Definitivamente sí que sucedió.

Besé al idiota que me saca de quicio...

Aunque técnicamente él me besó a mí.

<<Y nada que te quejabas en el proceso...>>

¿Para que negar algo que ni yo misma puedo ocultar?.

Porque esa era la verdad.

La terrible verdad.

Me había gustado cada maldito segundo en los cuales su boca y lengua jugueteaban junto a la mía.

Si no hubiese sido por la señora que trabaja en éste lugar, sabrá Dios que habría sucedido en aquel maldito sauna. Y me frustraba muchísimo pensar en ello.

¿Lo habría detenido?.

¿Hubiese cruzado la línea?.

Estoy tan jodida.

De manera inconsciente pellizco mi labio inferior. Intentando contener una estúpida sonrisa en mi boca.

Necesitaba pensar en otras cosas, al paso que iba terminaré enloqueciendo y no puedo permitir que cambie la manera en la que veía las cosas por tan sólo un puto beso producto de un momento de cólera y calentura. Porque sólo fué eso.

Muy en el fondo sabía que algo sucedía entre los dos. Por mucho que lo negara e intentara rehuir de aquello al final de cuentas terminé fallando y cedí por completo a lo que mi organismo me exigía con fuerzas.

Y no.

No hablo de sentimientos. Si no más bien de una fuerte y terrible tensión sexual que rogaba algún día dejara de existir.

No soy tonta. Eros Clarck es de esos chicos los cuales sabes muy bien que tienes que mantener bastante alejado de tí si no quieres terminar muy mal. Era de ese tipo de hombre que venía envuelto en una bonita presentación, capaz de seducirte y manejarte a su antojo y conveniencia.

Y yo no necesitaba de eso en mi vida.

No.

<<Pero de igual forma podríamos disfrutar un poco de esa bonita envoltura...>>

¿Podríamos? Sí.

Pero era un riesgo altísimo del cuál no estoy completamente segura de querer correr.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora