POV STEVE:
17 años de edad...
—¡Hermano, piensa rápido! —Luego de atajar el pase a tiempo que me avienta Karl se lo devuelvo, sacándole un poco el aire de los pulmones ante el brusco impacto.
—Te veo lento, Blake.—Fanfarroneo, colgando la toalla que utilizo dentro de los casilleros—¿Cómo esperas que ganemos el próximo partido con ese agarre de nenita que tienes? ¿Eh?—
—Nenita tus pelotas, capullo—Se carcajea, terminando de vestirse con el uniforme del instituto.
Hoy sí que estuvo algo rudo y violento el entrenamiento. Pero todo sea por llevarnos el triunfo a casa y obtener el placer de decir que yo, Steve White, he vuelto una vez más a llevarme el trofeo de la Victoria.
—¿Tienes planes para hoy? ¿Desflorar a alguna jovencilla quizás de esas que se la pasan lamiendote el culo?—Lo tosco nadie se lo quita, por lo tanto blanqueo lo ojos ante sus idioteces.
—Ni que fuese tú, idiota. Además, a diferencia de tí yo sí que estudio. Idiomas me tiene agarrado por los cojones.—Me despeino más de lo que está el alborotado y rojizo cabello, arreglándome después la chaqueta de cuero que llevo encima—Necesito aprobar el último examen si realmente quiero continuar siendo capitán del equipo.—
—Ya verás que lo harás. A parte de chulo eres un nerd, así que no te preocupes que tu plaza en Harvard está más que asegurada —Bromea, y yo le suelto un par de codazos en la costillas por listillo.
Karl sin duda es de los mejores amigos que he podido tener. ¿Un completo cabronazo? Por supuesto que sí. Pero una muy buena persona debajo de esa mata de músculos y carácter bufón de la mierda.
Ambos caminamos por los amplios pasillos dialogando sobre las últimas indicaciones del entrenador, y de las posibles técnicas de bloqueo que necesitaremos para ganar, cuando en eso el payaso de Blake se detiene, frenándome a mí también al sujetarme del estómago y señalar hacia la cancha a un par de metros de distancia frente a nosotros.
Justo en donde las animadoras practicaban una de sus bulliciosas rutinas con piruetas, giros y peligrosamente mortales pirámides.
—¿Ya te has mirado a la nueva?—Me encara picarón, y yo enarco una ceja con fastidio al ser su polla y calentura los causantes de que llegue tarde a mi próxima clase.
—¿Eres imbécil o qué?—Me cruzo de brazos.
—¡Te estoy hablando en serio, hombre!—Me palmea el pecho—Se han oído un par de rumores sobre dos chicas nuevas que están para morirse.
—¿Y a tí no te gustaba la tal Gina?—Le recuerdo a la morenaza que conoció hace unas dos semanas atrás, y el blanquea los ojos intentando ocultar su nuevo e increíble nerviosismo.
—No te las nombro para mí, estúpido. Sino para que tú vayas, les coloques tu mejor carita de galán y te echas a una. Últimadamente estás más estresado que mi padre y eso ya es decir mucho...—En eso tiene toda la razón. Y el motivo de que así sea era que el mío, Sergei White, me tenía hasta la coronilla con todo el asunto de las universidades. Y eso sin contar que aún me quedaban dos años para seleccionar alguna.
—¿Entonces va en serio lo tuyo con Gin, eh?—Recuerdo su ahora nueva y aburrida versión, la cual al parecer le guarda en cierta parte fidelidad a dicha chica con hermosas curvas y raíces latinas.
—¿Yo? Pfff, de seguro es algo que se me pasa con el tiempo.—Hace un ademán con la mano, restándole importancia—Estamos hablando de mí y yo nunca estaré fuera del juego ¿Lo entiendes?—
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LOS CLARCK (I)✅
Teen Fiction(EN EDICIONES). Dos familias. Un pueblo, dinero, secretos y traiciones. Romances que te dejarán con el corazón pendiendo de un hilo y pasiones que arderán al punto de quemarte. ¿Lo único seguro? Luego de su llegada, nada ni nadie saldría ileso. A...