Capítulo 6: Señor White.

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POV SKY:

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POV SKY:

07:30 p.m.

Tengo exactamente treinta minutos para estar lista antes de que mi padre llegue de su viaje y nos lleve a cenar.

Estoy dando vueltas por toda mi habitación buscando mi bendito suéter blanco de cuello alto. Stacy me mira burlona sentada sobre mi cama, y por supuesto ya lista y arreglada a la perfección.

—¿Por qué simplemente no te pones otra blusa y ya?. Papá ya no tarda en aparecerse —pregunta por décima vez mi hermana mientras yo gruño frustrada.

—¿O por qué mejor no te levantas de ahí y me ayudas? Así ahorramos algo de tiempo, ¿No crees? —respondo de mala gana y ella suelta un risita burlona.

No sé qué le mira de gracioso a toda ésta caótica situación.

Sé muy bien que puedo utilizar otra prenda y asunto resuelto. Pero realmente deseo vestir específicamente ese suéter.

Tachenme de caprichosa, vanidosa o malcriada.

Pero ha sido mi madre la que me lo regaló el último cumpleaños que estuvo presente junto a nosotras, siendo desde entonces una de los objetos que más me hace sentir cercana a ella. Y justo el día de hoy, lo necesito.

—Vale vale, pero tampoco te alteres —responde alzando ambas manos, empezando a ayudarme —¿Tienes alguna idea de a dónde iremos ésta noche?—cuestiona con curiosidad mientras yo busco debajo de mi cama.

—No tengo la menor idea. De seguro iremos a uno de esos restaurantes pijos a los que siempre acostumbra a ir junto con sus socios, ya sabes, lo típico.—Me encojo de hombros y escucho un leve suspiro por parte de Stace.

—Eso apesta —Se queja melancólica y yo asiento.

—Veamosle el lado positivo
Pasaremos más tiempo con papá que es lo que realmente importa—Trato de ser estusiasta pero la mueca en mi rostro expresa todo lo contrario.

—Sí, supongo que tienes razón... —asiente esta vez y decido continuar con mi búsqueda.

Si fuera un suéter... ¿En dónde diablos me escondería?

Parece algo raro, pero esa técnica me ha funcionado en muchas ocasiones.

—¡Aquí esta! —exclama triunfante la pelirroja que me acompaña  y yo me levanto del suelo en un santiamén.

—¿Lo encontraste? —emocionada le pregunto hasta que ella niega de lado a lado, logrando que frunza el ceño sin poder comprender.

LOS CLARCK (I)✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora