LOS CLARCK (I)✅

Capítulo 56: Sorpresas inesperadas.

POV SKY:

Siempre he pensado que existe el tipo de personas capaces de actuar como una especie de paraguas, protagiendote a su manera de una fría y dolorosa tormenta.

De esas que con tan solo brindarte un poco de su compañía calmaban en cierta forma y aliviaban de a ratos todos los males que lo único que hacían era causarte un inmenso dolor.

Una luz en medio de la penumbra.

Y un refrescante bálsamo para sanar las heridas.

Jared es de esas personas.

Con el don de escucharte por largas horas y nunca darte la espalda por muy mala que esté la situación.

Es que simplemente el hombre de bonita sonrisa y mirada cálida no sólo había sido un buen pretendiente en busca de algo más allá de una amistad. También es un buen confidente. E inclusive, un excelente consejero y leal amigo.

La tarde de ayer me invitó a caminar un rato. Perdiéndonos por las calles y en nuestra conversación de una forma increíblemente tranquilizadora. 

Realmente me sentía muy afortunada de tenerlo. Y no solo a él. Sino a todas las personas que me han apoyado en mis momentos más difíciles. A mis amigos, pero sobre todo, a mis hermanas. 

El chico de ojos cafés se había propuesto hacerme reír durante toda la tarde. Lográndolo con éxito y aliviando un poco el estrés y sentimiento de traición que tanto me carcomía. 

Lamentablemente la salida no nos duró mucho. Al rato me tuve que regresar a la mansión, siendo escoltada por él ya que después el tenía que cuidar a su hermanita en vista de que su madre necesitaba que llevar a su dulce abuela a realizarse un chequeo médico.

Entendí a la perfección su situación. Por lo tanto, esta vez he sido yo la que ha sacado a relucir el tema de la comida en su casa. Queriendo volver a visitar a la amorosa familia Gray que en ocasiones anteriores habían sido muy lindos y amables conmigo.

Él aceptó de inmediato, emocionado con la idea y preguntándome si no podía llevarme también a mi hermana Samantha ya que la dulce Jasmine realmente ansiaba conocerla.

Yo acepté sin dudarlo.

Así pues, un día después, me encontraba en dirección a la habitación de mi hermana mayor.

 Como ella nunca tocaba la puerta antes de entrar a la mía, pues yo tampoco así que con toda la confianza del mundo me abro paso dentro de su alcoba. Encontrándola de espaldas a mí y con la vista puesta sobre la laptop encima del enorme escritorio, pareciera no darse cuenta de mi presencia ya que cargaba en sus oídos un par de audífonos con el volumen de la música a todo dar.

—Sam...—La llamo en voz alta sin obtener resultados—Samantha...—Vuelvo a insistir. Pero con la misma respuesta—¡SAM!—Me le acerco por detrás, arrancándoles los auriculares y dándole la vuelta a la silla giratoria en la que se encontraba sentada.

—¡Te juro que yo no fui!—Alza ambas manos en son de paz—Sea lo que sea que te hayan dicho, no he sido yo— Promete, confundiéndome bastante con su extraño comportamiento.

—¿De qué hablas, loca?—Me cruzo de brazos con cierta sospecha—Yo venía era para invitarte a casa de un amigo...—

—Ah...—Sonríe—Olvídalo, es que últimamente he tenido unos problemillas y ando como medio paranoica—Le resta importancia al asunto, colocándose de pies segundos después.

—¿Hay algo que quieras decirme?—No me trago del todo su cuento.

—Ya que lo dices...—Empieza a recorrer el cuarto en busca de no se qué—Me parece muy maleducado de tu parte eso de entrar a mi alcoba sin pedirme permiso primero—Señala la puerta con seriedad, dejándome absorta a mí con su doble moral.