LOS CLARCK (I)✅

Capítulo 38: La distracción.

NOTA IMPORTANTE: La línea de tiempo del siguiente capítulo transcurre justo en el momento en que las White iban a realizar su venganza. Exactamente en el momento en que Stacy toca el timbre de la puerta en la mansión de Los Clarck.

Espero se haya entendido.

¡Disfruten de la lectura!.

POV STACY:

Respira.

Tranquilízate.

Todo saldrá de acuerdo a lo establecido.

Entras.

Lo distraes hasta que Sky logre realizar su venganza. Y luego te vas como si nada hubiese sucedido.

Como si los nervios no se me adhirieran a los huesos de una forma escalofriante.

Paso las manos por la tela de mi vestido morado, asegurándome de eliminar algún tipo de imperfección.

Mi cabello está en orden, al igual que mi fresco e impecable rostro. Cojo un poco de aire por la boca, jugueteando con la cadenita que cuelga de mi cuello, la que me ha regalado mi madre años atrás, idéntica a la de mis hermanas.

—¡Buenos tardes! ¿En qué te puedo ayudar, linda?—

Okey, ya empezamos mal.

Se suponía que era Bastian el que me tenía que abrir la puerta. No la preciosa mujer de al menos unos treinta años que aguarda por una respuesta frente a mis narices.

Era alta, o al menos un poco más que yo. De cabello rubio, corto y lacio. Su rasgos eran perfilados, elegantes pero con cierta dulzura.

<<Ella debe de ser la tía Isa...>> Sospecho rápidamente al vislumbrar el precioso azul que reinaba en sus iris.

Idéntico al de sus sobrinos.

Bastian me ha hablado mucho de ella. De lo genial y amable que es. Pero sobre todo, de lo mucho que la quiere.

—H-hola, felíz tarde. Vengo a visitar a Bastian—Me regaño mentalmente por el tonto balbuceo, rezando para que no se de cuenta de mi obvio nerviosismo.

—¡Tú debes de ser Stacy!—Mis mejillas se encienden, consciente de que Bastian ha tenido que haberme mencionado como para que se sepa mi nombre.

¡Bestia tonta!

La señora Isa me invita a pasar, cerrando la enorme puerta tras nuestras espaldas.

—Disculpe la molestia, señora. Si está ocupada o no le conviene visitas por los momentos, puedo volver en otra ocasión...—Propongo de manera amable.

Si ella estará presente durante todo el día, Sky no podrá ingresar y yo habré venido por nada.

—No seas tonta, no me molestas en lo absoluto...—Con mucho ánimo y apuro se acerca a una mesa colocada en el centro de lo que parece ser la sala, tomando en sus manos un enorme vaso con café humeante—Y no me digas señora, me haces sentir como una vieja fea y amargada...—Refuta riéndose, y yo me relajo un poco al sentirme bastante cómoda ante su semblante amistoso—Puedes decirme Isa...—Me tiende la mano con cariño, y yo la tomo entre mis dedos—Isa Clarck.—